Estas ayudas tendrán carácter complementario y serán compatibles en concurrencia con las indemnizaciones o ayudas que se concedan por parte de otras administraciones públicas. Además, las corporaciones locales actuarán como entidades colaboradoras.

La finalidad es que estén disponibles en los ayuntamientos antes de que finalice el mes de julio para que las puedan anticipar a los damnificados. Las ayudas para las personas y para las familias tienen la finalidad de paliar daños por destrucción total de la vivienda o por daños que afecten a la misma, excluidos los de carácter estético; por daños en el equipamiento personal y doméstico básico, entendiendo como tal el mobiliario, los electrodomésticos, las ropas, el menaje y otros bienes no perecederos de primera necesidad, y por daños sufridos en vehículos.

En cuanto a las ayudas a titulares de pequeñas y medianas empresas y a autónomos, se ofrecerá apoyo económico para reparar los daños que se hayan producido por los incendios en las edificaciones, infraestructuras e instalaciones y en cualquier tipo de bienes afectos a la actividad empresarial. Asimismo, el decreto también contempla ayudas específicas para establecimientos de turismo de interior.

En lo que se refiere a las explotaciones agrícolas, ganaderas y apícolas, podrán ser susceptibles de recibir financiación los proyectos de inversión que tengan por finalidad reparar los daños que se hayan producido por los incendios y que, por ende, permitan la recuperación de la capacidad productiva de los cultivos o la continuidad de las explotaciones.