Santiago de Torres aseguró que la población drogodependiente española, estimada en unos 55.000 individuos, es cada vez más vieja,menos numerosa, tiene más problemas de salud y se encuentra cada vez más marginada.

En la actualidad, 35.000 personas están siendo atendidas por alguno de los servicios de asistencia extistentes en España y 4.000 toxicómanos están siendo tratados con metadona, "un programa que será potenciado a lo largo de este ejercicio".

Uno de los grandes problemas con los que se enfrentan los responsables públicos en este campo asistencial es, en opinión del adjunto al plan, "los cerca de 15.000 drogodependietes que permanecen fuera de la red asistencial, que tienen muy poca esperanza de vida y que arrastran varios fracasos en su rehabilitación".

Para mejorar la situación de este grupo, Santiago de Torres aseguró que el plan potenciará los creación de centros móviles, que acudan al encuentro de esta población marginal; e incrementarán los programas sustitutivos con metadona.

Las muertes causadas en 1990 por reacción aguda tras el consumo de opiáceos o cacaína fueron 466, cifra que se estabilizó en elconjunto de las grandes ciudades, "aunque en Madrid, Bilbao y Zaragoza aumentaron", según reconoció De Torres.

El adjunto al plan nacional aseguró que los problemas sanitarios de los toxicómanos preocupan enormemente a la Administración, ya que un heroinómano después de 10 años de consumo tiene un 70 por ciento de probabilidades de adquirir el SIDA.

En opinión de este experto, la asociación heroína-SIDA puede ser la causante del descenso en el consumo de esta sustancia en España y en otros paísesdel entorno.

Por su parte, los problemas asociados a la adicción a la cocaína son, principalmente, de tipo cardiovascular y psicológicos.