Rodríguez Zapatero, junto al presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, llenó hasta los topes el Pabellón "La Granadilla" de Badajoz, en el que más de 7.000 personas colapsaban incluso las escaleras y las separaciones entre gradas, y en el que los socialistas extremeños se afanaban por explicar a la prensa que Aznar "pinchó" en este mismo recinto el pasdo día 5 al no congragar siquiera a 3.500 asistentes.

Cuando el PSOE está "tocando con las manos" ser de nuevo el partido mayoritario en España, Rodríguez Zapatero volvió a dirigirse "a cada votante que lo fue del PP" y que hoy se siente "decepcionado, inquieto y en desacuerdo con la arrogancia, la política antisocial, autoritaria y antigua" de Aznar, al que han visto "descentrarse y descentrar a España en el contexto internacional".

A todos ellos les dijo que el PSOE es ahora "la fuerza de la moeración, del futuro, del progreso, la fuerza que está centrada en España y que tiene capacidad de llegar a acuerdos con la inmensa mayoría de las fuerzas políticas, económicas y sociales. Esa es la diferencia, que el PP está solo y nadie quiere llegar a acuerdos con el PP".

Lanzó a continuación un mensaje directo al PP: "Con la misma convicción, con la misma dignidad y con los mismos principios llegamos a acuerdos en Euskadi con el PP para defender la libertad como los hacemos con fuerzas progresistaspara que haya más justicia social en ayuntamientos y comunidades autónomas".

A la pregunta de Aznar de dónde irán los votos obtenidos por los socialistas vascos también respondió con rotundidad: "Van a ir donde han ido siempre desde hace 124 años, a defender la libertad y la democracia en Euskadi y en España".El líder socialista insistió en que estas elecciones son "una reválida, un plebiscito" para el presidente del Gobierno, porque cada papeleta del PP "tiene el encabezamiento de Aznar", y su maor problema, añadió, es que los ciudadanos "no se han olvidado del decretazo y del ataque a los trabajadores, del abandono de los gallegos con el Prestige, de los insultos a los universitarios con las reformas educativas, y de que entre Bush y los españoles Aznar eligió a Bush".

LA MEDALLA DE AZNAR

"Lo peor es que si pasara esa reválida", advirtió, "seguiría haciendo lo mismo, iría a más, como decía su lema electoral". En este punto, recordó que "los amigos de Bush" van a premiar a Aznar con una medlla "por haber hecho lo contrario de lo que querían los españoles". "Yo le pregunto, ¿va a utilizar los votos del día 25 para seguir apoyando a Bush en sus aventuras peligrosas, para hacer un nuevo decretazo contra los trabajadores, para seguir coaligado con los especuladores y no permitir el acceso a la vivienda de los jóvenes y de las familias más necesitadas, para seguir apoyando la seguridad privada en detrimento de la pública?".

"De eso es de lo que tiene que responder el señor Aznar y no preguntr tanto al PSOE con quién va a gobernar a partir del 25 de mayo", concluyó Zapatero, para quien estas insistentes preguntas del presidente sólo demuestran una cosa, "que ya sabe que va a gobernar el PSOE en España, y que lo hará con sus mejores valores, con la ética como seña de identidad, con austeridad, con dignidad democrática, y mirando a la gente a los ojos con la cabeza alta para que la gente tenga la dignidad que se merece".

El objetivo del PSOE, concluyó, es dar "un vuelco social" a España par cohesionarla de verdad con escuelas, hospitales y servicios sociales "para todos e iguales para todos", frente a un Gobierno "que piensa que la mejor política social es la que no existe, porque ellos no la necesitan".

Sus primeras palabras fueron de elogio para Juan Carlos Rodríguez Ibarra por su labor a favor del progreso de Extremadura, y también de garantía de que podrá escoger "el mejor coche" de la escudería socialista para dar "las vueltas más rápidas" y recuperar las posiciones perdidas por suretraso de partida.

El presidente extremeño le había alertado antes desde la tribuna de que su voz será siempre fuerte en defensa de una España plural pero unida, y le había lanzado un mensaje de claro respaldo frente a las advertencias de Aznar sobre el riesgo que supone el PSOE para la unidad y la cohesión de España. "Nosotros somos garantía de unidad. Cuando oigo algo que me chirría doy la voz de alarma, y no se me enciende ninguna alarma cuando escucho a Maragall o a Odón Elorza. El PP está en deua con Odón por haber sido capaz de mantener la Alcaldía de San Sebastián en manos de los constitucionalistas", sentenció.

La única incidencia en este mitin fue la reivindicación de un grupo de sindicalistas de CNT, que desplegaron una pancarta contra la "represión" del ayuntamiento socialista de Tomares, en Sevilla, a los trabajadores del servicio de limpieza en huelga, una situación denunciada también en el acto público del líder socialista en la capital andaluza el pasado sábado. Sus reivindicacione fueron ahogadas por los aplausos de todos los asistentes mientras Rodríguez Zapatero prosiguió sin pausa su discurso desde la tribuna.