En esta ocasión, no hubo lleno a pesar de que el PP puso todo su empeño en llena el estadio de Mestalla con 800 autobuses llegados de todos los rincones de la comunidad. No pudo repetir la imagen de hace siete años, cuando cerca de 50.000 personas abarrotaron el campo de fútbol y miles de militantes tuvieron que seguir el discurso de Aznar desde la calle.

El deseo de repetir aquella fotografía hizo que los populares prerarasen un dispositivo similar al de entonces. Cerca de 150 voluntarios cuidaban todo detalle, más de 60 'gogos' calentaban desde las seis de la tarde el ambiente l ritmo de la música, la banda municipal recorría el césped cada media hora y un número de efectivos de la Cruz Roja idéntico al de un partido de liga atendía cualquier problema.

El presidente del PP valenciano, Eduardo Zaplana, recordó aquel mitin de 1996, celebrando pocos días antes de que los españoles tomasen la "inteligente decisión", dijo, de elegir a Aznar presidente del Gobierno en las elecciones generales.

Poco antes de las ocho de la tarde, Aznar irrumpió en el estadio acompañado del miistro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana; de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; y del candidato a la Generalitat, Francisco Camps. Estaba anunciada una vuelta al ruedo, pero Aznar llegó, saludó desde el estrado y se sentó.

A su lado, por primera vez en lo que va de campaña, su esposa, Ana Botella. Muy cerca, la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo. Y un poco más atrás, el humorista Arévalo, la atleta Niurka Montalvo y la vedette Norma Duval.

El objetivo del mitin ea lanzar un mensaje claro al Partido Socialista. "Les vamos a golear", decía Rita Barberá nada más comenzar el acto. "Solos o en compañía de otros. Les va caer una goleada que ni se la imaginan".

Los cerca de 30.000 asistentes agitaban las banderas del Partido Popular como ayer hicieron cerca de 25.000 militantes del Partido Socialista en la Plaza de Toros de Valencia durante el mitin de José Luis Rodríguez Zapatero. No se repitió la imagen de 1996, cuando las puertas de Mestalla se cerraron antes de iempo por exceso de aforo y en torno a 15.000 personas escucharon a Aznar desde la calle.

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