Cuando Aznar acababa de comenzar el mitin en el Auditorio Príncipe Felipe, os personas mostraron una pancarta de "No a la guerra". Los simpatizantes populares empezaron a increparles mientras salían del auditorio y el jefe del Ejecutivo pedía tranquilidad.

"Siento que haya personas que no se dan cuenta de que la democracia consiste en respetar a los demás. A algunos, un buen baño de respeto no les vendría mal, de ajustarse a las reglas y a los procedimientos democráticos", dijo. "¿Sabéis por qué intentan algunos hacer estas cosas? Porque les vamos a ganar las elecciones. A elos les sienta mal que ganemos las elecciones, pero a Asturias y a España les va a sentar muy bien".

Aznar recurrió entonces a una de sus frases estrella en esta campaña electoral, para levantar los ánimos de los suyos tras el incidente: "os digo una cosa más, sobre todo para que algunos tengan paciencia, les vamos a ganar estas elecciones y las siguientes también".

En ese momento, otro pequeño grupo sacó una cartel de "José Couso, asesinado". Los 6.000 simpatizantes del PP que abarrotaban el Audtorio respondieron con gritos de "fuera, fuera". Algunos, incluso, golpeaban a los alborotadores y trataban de darles patadas. Aznar, al percatarse de ello, reclamó que les dejaran salir "tranquilos" y trataba de reconducir el discurso. "Nosotros vamos a seguir haciendo las cosas y vamos a seguir haciendo lo nuestro", señaló.

HASTA CUATRO INTERRUPCIONES

No pudo. Un tercer grupo empezó a gritar de nuevo "No a la guerra". Había tres focos distintos que al mismo tiempo impedían seguir a Aznar. Por eso,el presidente se fue a un lado del escenario, de unos 6 metros cuadrados, y se sentó en las escaleras hasta que todo volvió a la normalidad.

"¡Presidente, presidente, presidente!", coreaban alrededor suyo para darle ánimos. Cuando parecía que volvía el silencio y Aznar hacía intención de retomar sus palabras, tampoco pudo, porque surgieron en ese instante, de otro punto diferente, gritos de "nunca mais, nunca mais".

Aznar mantuvo su expresión de tranquilidad y volvió a advertir: "Que salgan tranqilos, dejadles que salgan tranquilos, que se vayan tranquilos, que se vayan tranquilos, ¡que se vayan tranquilos!", exclamaba para frenar las agresiones a los espontáneos.

Cansado de tantas interrupciones durante unos siete minutos, Aznar empezó a pasear otra vez por el escenario, bajó del estrado y empezó a repartir besos y saludos entre los jóvenes y mujeres que le rodeaban durante al menos tres minutos.

Cuando se acabaron los incidentes, los populares reclamaron la presencia de su líder en el strado con proclamas de "presidente, presidente" y "¡oe, oe, oe!". "No os preocupéis, porque algunos necesitan un baño de respeto y democracia y se lo habéis dado, ya han tenido lo que querían, que era hacer un rato el ridículo, hacerse unas fotos, han conseguido una cosa que no querían, que es que yo voy a estar más tiempo con vosotros y no van a evitar otra cosa, que es ganarles las elecciones, ésa es la respuesta democrática que tenemos que hacer", explicó.

PAPELETAS DEL PCE Y GRITOS DE "NAZIS"

Ala salida volvieron a repetirse los incidentes. Unos 60 jóvenes se enfrentaron verbalmente con los asistentes al mitin. Unos gritaban "nazis, nazis", mientras los otros respondían "presidente, presidente", al tiempo que ondeaban las banderas del PP.

Algunos simpatizantes populares, como un octogenario con bastón, trataron de acercarse a dialogar con los jaleadores para hacerles entrar en razón. Otros respondían a los insultos y provocaciones, pero la policía trataba de alejarlos para evitar que los inidentes fueran a mayores.

Cuando los manifestantes empezaron a dispersarse, lanzaron al aire papeletas del Partido Comunista de Asturias con las frases "Te ofrecemos un sitio en la lucha por un mundo más justo. Te ofrecemos construir otro futuro para Asturias. Una Asturias solidaria. Una Asturias donde vivir y trabajar. Una Asturias verdaderamente democrática. Una Asturias libre y socialista".

Antes del mitin, los mismos jóvenes, pero en menor número, portaban una pancarta de "Ni guerra, ni ocupaión de Iraq y Palestina". Insultaron al alcalde de la ciudad e increparon al presidente con gritos de "Ilegalización del Partido Popular" y "No más sangre por petróleo". Uno de ellos trató de entrar en el recinto, pero fue retenido por las fuerzas de seguridad.