La lectura de su discurso estuvo precedida de un minuto de silencio, a propuesta de la presidenta de las Cortes, Luisa Fernanda Rudi, en memoria del político asesinado.

Don Juan Carlos cree que el terrorismo, "expresión de un fnatismo cruel e irracional", quiere "quebrar la continuidad del modelo constitucional y estatutario".

"La respuesta a este fenómeno inhumano y destructor requiere la confianza plena en el Estado de Derecho, la unidad de los partidos, la movilización y la cohesión de la sociedad, la aplicación de la ley por los tribunales de Justicia y la vigencia de una jerarquía de valores éticos y democráticos que no permita en modo alguno justificación, comprensión o explicación del asesinato, la destrucción o el cantaje", dijo el Rey.

El monarca no hizo mención alguna al régimen franquista, pero sí aseguró que hace 25 años, "sobre los cimientos transmitidos con generosidad y patriotismo" por su padre, don Juan de Borbón, se empezó a levantar "el edificio de la monarquía parlamentaria", que habría de consagrarse con la Constitución de 1978.

Agradeció al pueblo español "la pasión y el esfuerzo" con la que ha vivido este cuarto de siglo, y aseguró, en clave de futuro, que, pasado ese tiempo, su disposición d servicio sigue "aún más firme, si cabe", en favor del bienestar de los españoles.

"Y tengo la gran satisfacción", añadió, "de comprobar que la monarquía ha sido aceptada por los españoles como un símbolo nacional, como una idea integradora, como una institución popular y como la imagen del Estado".

La monarquía recuperada hace 25 años, recordó don Juan Carlos, "no significó el triunfo de ninguna ideología, de ningún sector, de ninguna fuerza, sino el triunfo del pueblo español, cuya voluntad legtimó la Corona".

LA CORONA, "EN SU SITIO" EL 23-F

La plenitud del mensaje monárquico, argumentó en referencia al 23-F, "no podía sino coincidir con el mensaje cívico de la plenitud democrática de España, y así la Corona estuvo con naturalidad en su sitio cuando se pretendió de ella la infidelidad a la Constitución, es decir, al Pueblo".

Con la vista puesta en el futuro, el Rey dijo que si hasta ahora gran parte de la energía política y social se ha volcado en la configuración autonómica de Espaa, "puede que sea llegado el momento de que las instituciones y la sociedad española desarrollen un serio esfuerzo de cohesión que sea consecuente con la realidad plural de España".

Don Juan Carlos cree que la exclusión social y la atención a sectores desfavorecidos, como mujer, infancia y discapacitados, "son preocupaciones que deben ser prioritarias en la sociedad española y por cuya resolución debemos luchar sobre la base de un amplio consenso social".

Al final de su intervención, diputados y enadores puestos en pie aplaudieron largamente la intervención y el Rey hizo, con un gesto, partícipe a la Reina de esos aplausos.

RUDI Y LA "ADHESION" ELECTORAL A LA MONARQUIA

Antes de la intervención del monarca, tomó la palabra la presidenta de las Cortes, Luisa Fernanda Rudi, comenzando su discurso por condenar el "infame" asesinato de Ernest Lluch y proponiendo el minuto de silencio.

Rudi señaló que el Rey ha sido "guía y estímulo constante" para los españoles, dentro de una España "más aberta, más tolerante, más moderna".

"Los españoles estamos orgullosos de nuestros Reyes y así me honra proclamarlo públicamente en este solemne acto", dijo. "Consenso, concordia y servicio a España, hermosas palabras que resumen a la perfección la elevada misión" de la Corona.

La presidenta de Las Cortes cree que los ciudadanos, acudiendo a las urnas en diferentes ocasiones, han otorgado también su "adhesión y confianza" a la institución monárquica.

"Vuestra Majestad avaló la consolidación de régimen democrático y, con ella, la superación de las dos Españas; evitó con aplomo, en una noche amarga y difícil, un grave enfrentamiento entre compatriotas; y ha tenido palabras de ánimo para el pueblo español cuando el cruel zarpazo de la locura terrorista ha hecho notar su execrable presencia", dijo Rudi.