Asimismo, la responsable de Cultura consideró que la Capital Europea de la Cultura debe ser un proyecto “internacional, abierto, mirando hacia afuera”, según dijo en el citado encuentro informativo, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum.

Opinó que desde la Diputación guipuzcoana y el Ayuntamiento de San Sebastián no se apostó por la continuidad de estos proyectos y aseguró que fue su departamento el que “metió el virus” a los gobiernos abertzales, que ahora pretenden “patrimonializarlos”.

La consejera vasca mostró también su preocupación por la Capitalidad Cultural de San Sebastián en 2016, ya que este proyecto debe ser “internacional, abierto, proyectado hacia fuera”, que implique también al resto de Euskadi, y teme que “nos empecemos a mirar sólo al ombligo” y deje de ser ese proyecto abierto.

Urgull prometió “pelear con todas muestras fuerzas para que el espíritu del proyecto original, que era poner a la cultura como motor de cambio de nuestra sociedad y como acercamiento hacia la convivencia, siga siendo lo principal de ese proyecto”.