La Fundación Catalina Hoffman nace con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores apostando por una mayor participación activa de los propios protagonistas y por una transformación del concepto “envejecimiento”, en la que las personas mayores se conviertan en referente de la sociedad

En ese sentido, la fundación tiene como meta también conseguir una concienciación por parte de la sociedad en su conjunto, de forma que se consiga eliminar la percepción de que persona mayor no equivale a inutilidad y, como consecuencia, se pueda disfrutar de una tercera edad con independencia y sin miedos.

La fundadora destacó que las limitaciones propias de la edad no deben convertirse en un impedimento para que se pueda disfrutar de un envejecimiento feliz. “Ver el vaso medio lleno es la mejor forma de envejecer”, subrayó Hoffman.

Todo esto, a través de técnicas y métodos de formación dirigidos tanto a los mayores como a sus familias. La fundadora destacó su ‘método Hoffman’, que pasa por un estudio individualizado de cada persona, analizando sus necesidades, su entorno familiar y social y sus hábitos o aficiones, ya que “cada persona tiene sus particularidades”, afirmó.

La fundación, según explicó Hoffmann, se basará en cuatro proyectos, convirtiéndose en los pilares de la propia fundación, de los cuales, destacó el proyecto de 'Transición Vital', en el que subrayó la importancia que tiene la asistencia de los mayores en su propio domicilio gracias a la ayuda de voluntarios y profesionales, así como el apoyo a sus familias.

Por otro lado, recalcó el esfuerzo que dedicarán a la investigación a través del departamento de I+d+i, remarcando el estudio que ya están llevando a cabo sobre la relación entre la demencia y el estrés. El objetivo de esta área será mejorar y mantener la autonomía de los mayores, de manera que puedan estar en sus hogares el mayor tiempo posible.

A nivel legal, explicó que las personas mayores contarán con un asesoramiento en cuestiones jurídicas aportando toda la información necesaria y facilitando su capacidad de decisión y su autodeterminación.

Respecto al funcionamiento de la fundación, Hoffman explicó que contarán con un grupo de voluntarios a los que se les darán una formación especializada y un entrenamiento con el fin de formar parte de la misma, así como con un grupo de profesionales como fisioterapeutas o psicólogos.

Por último, con respecto a la forma de colaborar, Hoffman apuntó que basándose en la absoluta transparencia, todo el que quiera puede ser voluntario de la fundación, convirtiéndose en donante puntual o permanente. Asimismo, se puede contribuir en un proyecto específico. “Diferentes vías para que cada uno, en la manera en que se sienta cómodo, pueda ayudar",aclaró. Hoffman concluyó que “todo será bienvenido porque todos los proyectos contribuirán a hacer felices a nuestros mayores”.