Así lo indicó en su discurso ante el Consejo de Gobierno del Banco de España, en lo que supone la despedida de Fernández Ordóñez como gobernador, cargo que asumirá Luis Linde.

Estas manifestaciones llegan tras ser vetada ayer su comparecencia en la Subcomisión de Reestructuración Bancaria del Congreso de los Diputados por parte del PP, pese a que fue solicitada por la mayoría de los grupos.

Además, el propio gobernador remitió una carta a la presidenta de la Comisión de Economía y Competitividad, Elvira Rodríguez, en la que expresaba su disposición a dar explicaciones en la Cámara Baja sobre Bankia.

“El respeto a la independencia de los entes reguladores y supervisores debe ir acompañado inexcusablemente de una obligación por parte de los mismos de rendir cuentas ante el Parlamento del desempeño de sus funciones", indicó.

En este sentido, agregó que "esta rendición de cuentas ante los representantes de la nación no debería ser sólo una obligación de estos entes, sino también un derecho, ya que la transparencia que proporciona el Parlamento es una ayuda inestimable para salvaguardar la independencia de la institución”.

Por otro lado, subrayó que no puede decir que el organismo en su tarea de supervisión “no haya podido equivocarse en ocasiones”, aunque aseguró que las decisiones tomadas “han estado siempre basadas en criterios exclusivamente profesionales”.

En esta línea, Fernández Ordóñez apuntó que “contar con instituciones reguladoras y supervisoras independientes no garantiza en absoluto que estas no se equivoquen”, aunque agregó que “con ellas se consigue que las decisiones no estén teñidas de motivaciones políticas coyunturales” y se favorece la confianza.

RECUPERAR LA CONFIANZA

A continuación, el aún responsable del Banco de España advirtió de que “en la difícil situación por la que atraviesa la economía española, la variable más crítica no es, por grave que sea su evolución reciente, ni el crecimiento ni el paro, sino el deterioro de la confianza”.

Por ello, afirmó que “el objetivo prioritario de las actuaciones de todas las autoridades debe ser la recuperación de la confianza perdida, pues sin ella no será posible reemprender el crecimiento y la creación de empleo”.

En consecuencia, el todavía gobernador pidió “un esfuerzo particular para explicar todas las decisiones adoptadas por los diferentes Gobiernos de España que han sido bien recibidas y valoradas por los mercados, como las reformas estructurales, la reforma de pensiones o la reciente Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, entre otras”.

Además, agradeció a modo de despedida la labor del personal del Banco de España, y afirmó que “seguro que, cuando el tiempo coloque a cada uno en su sitio, su trabajo durante estos años de crisis será reconocido y justamente valorado por todos”.

Por último, concluyó su discurso defendiendo que “no es momento para el desánimo” y que “seguro que, cuando el tiempo coloque a cada uno en su sitio, su trabajo durante estos años de crisis será reconocido y justamente valorado por todos”.