Para la FMM, educar en emergencias es el objetivo de esta iniciativa recogida en el Banco de Recursos Municipales (BRM), ya que en la mayoría de los países desarrollados a los escolares se les enseña técnicas de R.C.P. (Respiración Cardio-Pulmonar).

Este proyecto se presenta para menores en edades tempranas con música pegadiza (para que se acuerden del ritmo correcto de los impulsos) y un osito de peluche, y para menores en edades posteriores, con maniquíes.

A juicio de la FMM, el resultado es que esos chicos sabrán actuar si tienen que asistir a un familiar o amigo mientras llegan los servicios de emergencias.

Asimismo, considera que hay muchos estudios científicos que corroboran la necesidad de que toda la población conozca las técnicas de soporte vital básico, ya que el reconocimiento de la situación de paro cardiaco y la actuación por parte de los testigos presenciales resulta primordial para la supervivencia de la víctima.

El rápido inicio de la reanimación influye en la pronta recuperación de pulso espontáneo y en la ausencia de secuelas neurológicas.

En una emergencia, el tiempo de reacción es clave para salvar vidas, por lo que es “primordial que nuestros niños sepan actuar”.

De ahí salió el lema de esta iniciativa: “Los niños de hoy pueden salvar una vida mañana”.

La FMM destaca que la mayoría de los accidentes caseros ocurren en las viviendas en las que están menores, que son muy fáciles de evitar y una vez producidos se resuelven rápidamente si se tienen esos conocimientos y se les enseña como utilizar adecuadamente el número de emergencias 112.