Morenés apuntó esta situación en un desayuno informativo organizado por Europa Press, donde constató que la situación de los programas de armamento y su deuda "es muy complicada", y requiere alumbrar alguna "medida excepcional" en la que "todos los actores pueden contribuir sin llegar a una situación fatal".

Según dijo, España no puede "consentir perder esas capacidades que tanto nos ha costado conseguir", y, aunque no teme que las empresas extranjeras se vayan, pues están en España también por su capacidad de acercarse a países con los que España tiene una relación privilegiada y están preparadas para los momentos de crisis.

"Lo grave", precisó, "es que las industrias españolas pasen a manos extranjeras. Con eso sí que hay que tener cuidado y el Gobierno lo va a tener", para "proteger un activo que se ha desarrollado con mucho esfuerzo".

Así justificó el que el último Consejo de Ministros aprobara la intercesión del Ministerio de Defensa para avalar y gestionar las exportaciones de empresas privadas, tal como lo requieren muchos países compradores, explicando que la industria militar está tratada "de forma excepcional" en todo el mundo, y se definen unas capacidades que se pueden considerar de soberanía nacional y susceptibles de proteger desde el sector público.

Él se conjuró para potenciar la capacidad exportadora de la industria intensificando las relaciones con los países potencialmente compradores. En este sentido, confió en que las negociaciones con Arabia Saudí para un contrato de carros de combate avanzarán "bastante" durante este año, y deberían "cerrarse" antes de que termine.