El presidente de la patronal de comercio, Manuel García-Izquierdo, indicó que la liberalización de horarios comerciales “no representa una medida prioritaria” a adoptar por el Gobierno, ya que no supone “una repercusión directa sobre la recuperación económica” y España “dispone de unos horarios comerciales razonables que satisfacen las necesidades de los consumidores”.

En este sentido, la CEC señaló que es una medida que no ha sido demandada ni por consumidores ni por el sector de comercio y su aprobación podría crear “disfunciones en nuestro modelo comercial dando lugar a graves desequilibrios que ponen en peligro la competencia del sector”.

“La situación límite en la que se encuentra el comercio español en estos momentos demanda la adopción de otro tipo de medidas encaminadas a dinamizar el sector”, apuntó García-Izquierdo.

Asimismo, la CEC advirtió de que la flexibilización de los horarios de apertura de los establecimientos comerciales destruiría empleo, fomentaría la precarización y dificultaría el autoempleo, el emprendimiento y la conciliación de la vida personal y laboral de los comerciantes.

De esta forma, la CEC aseguró que han ofrecido “vías de diálogo e interlocución” al Gobierno para diseñan y consensuar un Plan de Dinamización para el sector encaminado a generar confianza.

A juicio de la patronal, que representa a pequeños y medianos establecimientos, el plan debería contemplar medidas de carácter fiscal, laboral, financiero, de formación, competencia desleal, ahorro energético y de seguridad.