García-Margallo apuesta por integrar objetivos sociales, económicos y medioambientales ante la cumbre de Río

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, propugnó hoy integrar y armonizar los objetivos sociales, económicos y medioambientales de cara a la próxima Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará en junio en Río de Janeiro.

Lo hizo a una pregunta de la senadora de Amaiur Amalur Mendizábal en la sesión de control al Gobierno, sobre si el Gobierno tiene intención de cumplir con las resoluciones de la conferencia.

Según dijo, teme que no lo haga, toda vez que hace 20 años el Ejecutivo español firmó la Convención contra el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto y, sin embargo, el ministro de Agricultura, Miguel Ángel Cañete, ya avisa de que las emisiones de gases de efecto invernadero van a aumentar.

García-Margallo, eludiendo expresamente la confrontación con Cañete, aseguró que el Gobierno está plenamente comprometido con la cumbre de Río, a la que asistirá su propio presidente, Mariano Rajoy, y dijo que espera que en ella se renueve el compromiso con la agenda del desarrollo sostenible integrando "equilibradamente" los aspectos sociales, económicos y medioambientales.

Además, se mostró partidario de que, para que la cumbre no se quede en la retórica, apruebe compromisos concretos hacia la inclusión social, la erradicación de la pobreza, la creación de espacios verdes y el desarrollo equitativo a largo plazo.

En su turno de réplica, Amalur advirtió que las políticas medioambientales del Gobierno español, por ser un estado miembro de la ONU, "ponen en entredicho la autoridad" y "restan credibilidad" a la ONU.

Luego pasó a criticar la falta de democracia de ésta y su impermeabilidad a las demandas ciudadanas, por las cuales propugnó una organización más abierta a los agentes sociales y con capacidad para establecer sanciones a los países incumplidores. También criticó que se antepongan los intereses económicos a la ciudadanía, citando iniciativas que reclaman garantizar el derecho al agua propia frente a su privatización.

Al Gobierno español le recriminó ignorar las aportaciones ciudadanas, paralizar el sector de las energías renovables y prolongar la vida de la central nuclear de Garoña (Burgos), incumpliendo las propuestas de la Comisión Europea al respecto. Por todo ello negó toda credibilidad al "discurso verde" de Margallo.

El ministro, afirmando que no tenía tiempo de discutir sobre la ONU y otras resoluciones del Gobierno, se limitó a reiterar su compromiso con el desarrollo sostenible, pero integrando, armonizando y dando "igual importancia" a los aspectos económicos, sociales y medioambientales.

(SERVIMEDIA)
22 Mayo 2012
KRT