Así consta en los datos sobre el Impuesto de Patrimonio difundidos hoy por la Agencia Tributaria y que incluyen los registros del ejercicio 2003.

Estos grandes propietarios acumulan más del 21% del total de la base imponible del citado impuesto, por el que están sujetos a declarar aquellos cuya base imponible resulte superior a 108.182,18 euros o cuando el valor de los bienes y derechos excedan los 601.012,1 euros.

En 2003, declararon por este tributo un total de 895.950 personas, mientras que el importe total ascendió hasta los 482.531 millones de euros.

Frente a estos 24.000 españoles con un patrimonio por encima de 1,5 millones de euros figuran otros 76.000 contribuyentes que declaran un patrimonio de menos de 120.000 euros.

Respecto al contribuyente medio, los datos de la Agencia Tributaria muestran que el 88,7% de los declarantes del Impuesto de Patrimonio tienen entre 120.000 y 1.502.000 euros.

Del patrimonio total declarado, el 77% se declaró como "no exentos", mientras que el 33% fueron declarados como "bienes y derechos exentos", estos últimos constituidos principalmente por bienes y derechos económicos ligados a la realización de actividades económicas.

Respecto a la estructura del patrimonio, destacan por su peso dos tipos de bienes: los de capital mobiliario, con un peso del 66,8% y los bienes inmuebles con un 24,2%.

La importancia de los bienes afectos a actividades económicas se cifra en un 2,9%, mientras que un 2,5% corresponde al capítulo de seguros y rentas, un 0,3% a bienes suntuarios (joyas, vehículos, obras de arte,...) y un 3,3% corresponde a otros bienes y derechos que contiene los "derechos reales de uso y disfrute", "concesiones administrativas", "derechos derivados de la propiedad intelectual e industrial" o "las opciones contractuales", entre otros.

En el capítulo de los bienes inmuebles, la Agencia Tributaria subraya como especialmente importantes los de naturaleza urbana, que representan un 95%.

Por su parte, la cuota media a ingresar para el total nacional es de 1.214,89 euros. Los madrileños y cántabros son los que más pagan, con 1.916 euros y 1.492 euros, respectivamente.