Así lo indicó en la rueda de prensa que ofreció al término del Consejo de Ministros, que aprobó el real decreto ley que actualiza el mercado laboral ante las críticas de los grupos parlamentarios a la misma.

Díaz defendió que la reforma laboral está “medida, pensada, discutida” durante “horas y horas” por lo que “la vocación es que permanezca como está”, aunque defendió que se va a “trabajar para concitar todo el apoyo” parlamentario. “Diálogo, diálogo y diálogo”, aseveró la vicepresidenta, será la estrategia a seguir para atraer a los socios parlamentarios.

Si bien, "humo, exactamente humo no es”, respondió la vicepresidenta ante las críticas de algunos socios parlamentarios sobre el acuerdo con los agentes sociales porque, defienden, no deroga la reforma laboral de 2012 como se reclamaba.

La ministra de Trabajo no despejó si el Gobierno accederá a tramitar como proyecto de ley la reforma laboral, tal y como le piden algunos grupos parlamentario, pero sí insistió en que los partidos han estado informados durante los nueve meses de la negociación y se ha “dialogado con ellos”.

“Soy una demócrata, créame, ha habido diálogo político, no sólo en una mesa ajena, sino que las fuerzas políticas, hasta alguna con un solo diputado, conocen lo que aquí se está haciendo”, defendió la vicepresidenta con la aseveración del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que estaba a su lado.

Díaz reconoció que “lógicamente” los partidos en el Congreso “tiene que hacer su trabajo” y se mostró “favor del diálogo” y de “mejorar todo lo que sea posible”, al tiempo que puso en valor el esfuerzo de los agentes sociales para cerrar el acuerdo con el Gobierno.

En concreto destacó el debate “muy intenso” de la patronal y, en particular, respaldó la postura de su presidente, Antonio Garamendi, en favor del acuerdo entre las tres partes.

Fuentes del Gobierno ensalzaron la postura de Estado que mantiene Garamendi ante las presiones que está sufriendo por respaldar al Ejecutivo en este asunto y, de ahí, una mayor defensa del texto cerrado entre las tres partes.

Por ello, en el Ejecutivo se muestran confiados en que la reforma conseguirá el aval parlamentario necesario para su convalidación y que en el mes que hay por delante para ello los grupos políticos irán modulando su postura que, aducen, corresponde más a un tema partidista que de fondo.

Además, en el Gobierno sostienen que una vez que el tema de la reforma laboral ya ha calado en la ciudadanía y la gente lo celebre, los partidos que apoyan al Ejecutivo tendrán más difícil su posición contra el acuerdo.

De esta modo restaban importancia a los avisos que socios del Gobierno como ERC, PNV o Bildu han lanzado desde el Congreso demandando diálogo y avisando de que no apoyarán el real decreto si el Ejecutivo no se abre a mejoras.

Por su parte, el Partido Popular, según fuentes de Génova, aseguró que no se ha hablado con ellos en ningún momento para la reforma laboral y que, si hace un año y medio Sánchez le hubiera propuesto pactar determinadas reformas, se podrían haber planteado hacerlo, pero que así no lo piensan apoyar si al Gobierno les falla sus socios.

Además, desde la dirección que lidera Pablo Casado insisten en que la soberanía radica en el Congreso y que, con todo el respeto a los agentes sociales y a que la patronal haya cerrado el acuerdo con el Gobierno, la reforma hay que llevarla al Parlamento porque es ahí donde se vota y está la soberanía del pueblo español.

Preguntada por los escasos apoyos parlamentarios que ha suscitado la reforma, la vicepresidenta defendió que “con cariño” y con “diálogo” abordarán esta cuestión porque “este Gobierno no se levanta de las mesas” sino que dialoga “con todo el mundo”.

“Lo único que le pido a las formaciones políticas, y singularmente a la principal fuerza de la oposición, es que la destrucción, la construcción de muros, el no por el no, hace daños a nuestro país” y la “ciudadanía no quiere ruido sino diálogo y entenderse”, resumió la vicepresidenta antes de mostrar la “mano tendida” para recabar el apoyo a la reforma laboral.