Rajoy recuerda a los barones del PP que las listas de 2011 las aprueba la dirección nacional

- Propondrá un Código de Buenas Prácticas en el PP y un pacto contra la corrupción al resto de partidos

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del PP, Mariano Rajoy, recordó en su discurso de esta mañana ante el Comité Ejecutivo que la composición de las listas electorales para los comicios autonómicos y municipales de 2011 dependen de la dirección nacional del partido, ya que es el Comité Electoral Nacional quien, según los estatutos, "aprueba las candidaturas a presentar en las elecciones legislativas y autonómicas y en las municipales de capitales de provincia".

La mención se enmarcó dentro del recordatorio de que el PP tiene "una dirección nacional, la que han elegido los militantes, cuya actuación se rige por lo que dicen los estatutos" del partido. Dichos estatutos definen las tareas que competen al presidente, al Comité Ejecutivo y al citado Comité Electoral Nacional.

Fuentes de la propia dirección nacional explicaron a Servimedia que la alusión, situada casi al final del discurso, no es casual y que, con ella, Rajoy habría querido recordar a todos los miembros del partido, incluidos los alcaldes y los presidentes autonómicos, que su continuidad depende del Comité Electoral Nacional, y éste se atiene a las directrices del propio presidente, que hoy delimitó con contundencia las conductas de los militantes que le parecen "inadmisibles".

Algunos de los asistentes al Comité reconocieron a Servimedia haber interpretado este mensaje como una "clara amenaza" ante la elaboración de las listas electorales para 2011, en la misma línea que lo entendieron las citadas fuentes de Génova.

DESDE EL CONGRESO DE VALENCIA

Rajoy comenzó su discurso remontándose a las elecciones generales de 2004 y el subsiguiente Congreso del PP en Valencia, volviendo a justificar su candidatura a éste en la mejora de resultados de los populares respecto a los comicios anteriores, hasta conseguir "el segundo mejor" de la historia; en que una mayoría del partido le "pidió que lo hiciera" y en que entonces se veía, "igual que hoy, con fuerza, ganas e ilusión para ganar las próximas elecciones generales".

El presidente de los populares reconoció que entonces hubo "algunos compañeros que pensaron de forma diferente", pero recordó que "nadie presentó una candidatura" y que él salió elegido con el 84,6% de los votos en un sufragio secreto y "por tanto libre de cualquier presión".

Tras ello, aseguró, propuso un Comité Ejecutivo "no muy diferente del de etapas anteriores", al que sólo dejó de incorporar a quienes le dijeron que no querían ir o "habían dejado patente su desconfianza hacia el proyecto" que él "lideraba". Según Rajoy, la conveniencia del partido fue el único criterio que orientó las candidaturas de los congresos regionales y las elecciones vascas, gallegas y europeas.

El líder popular dijo que, desde el Congreso de Valencia, "las cosas no han sido fáciles ni nos las han puesto fáciles, y los detalles sobran". No obstante, destacó los resultados electorales obtenidos en 2009 y los sondeos de intención de voto hasta el Barómetro del CIS que se hizo público ayer. Según Rajoy, todos ellos presentan al PP como la "alternativa" y por ello denunció que sería "desleal colaborar, conscientemente o no", a "debilitar esa alternativa".

SITUACIÓN INADMISIBLE

En ese momento, el presidente del PP entró a comentar la "situación inadmisible" que ha vivido el partido en las últimas fechas, y enumeró lo que en su opinión "es inadmisible y, por tanto, no se puede volver a repetir nunca". Insistió: "Nunca".

Tildó de "inadmisible hacer declaraciones públicas sobre asuntos que son internos del partido", especialmente si además se hace "una crítica a otros dirigentes", y precisó que esto ha ocurrido "en los últimos tiempos, pero también antes. En algunas ocasiones con más virulencia que en otras. En Madrid, pero no sólo en Madrid".

Para Rajoy, es "una regla de juego básica" que todo el mundo sabe que "las cosas que haya que decir se dicen en los órganos del partido".

Otras conductas inadmisibles serían presionar "públicamente a órganos del partido, como puede ser el comité nacional de derechos y garantías o la propia dirección nacional", hacer "caso omiso a las instrucciones directas y claras de la dirección nacional del partido", no cumplir "los compromisos adquiridos o que se haga primar el interés particular o personal sobre el interés superior del partido".

De todo ello dijo el presidente del PP: "Lesiona nuestra imagen, estorba nuestro proyecto, indigna a nuestros militantes, desconcierta a la opinión pública y desanima al electorado". "No puedo aceptar que nadie diga que no somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos y por tanto no podemos gobernar España", sentenció.

CORRUPCIÓN

Finalmente, Rajoy se refirió a la corrupción, que también calificó de "inadmisible". Y a este aspecto recalcó: "Nadie que se haya manchado puede formar parte de nuestro partido. Más claro no puedo ser". Sin embargo, también defendió a los militantes que, en su opinión, "vieron cómo su nombre se ponía en tela de juicio sin que hubiera ninguna razón para ello". El presidente del PP defendió a este respecto su respuesta "con equilibrio", dando "soluciones diferentes a casos diferentes".

Entre las propuestas para los próximos meses, Rajoy anunció que llevará al próximo Comité Ejecutivo la propuesta de introducir un "Código de Buenas Prácticas en el Partido Popular" y también la de un "gran pacto por la transparencia y contra la corrupción" que presentará al resto de partidos y a toda la sociedad.

(SERVIMEDIA)
03 Nov 2009
KRT/PAI/jrv