En un artículo titulado ‘Un duro despertar’, la publicación señala que la idea de colocar en BFA los activos problemáticos de las siete cajas que dieron lugar a Bankia se vino abajo tras la caída del valor de la entidad.

No obstante, la revista subraya que la nacionalización de la entidad es “un buen sitio por el que empezar” por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aunque advierte de que “no es el único problema financiero”. Para ‘The Economist’, Bankia es “sólo una parte del problema”.

Asimismo, la publicación sostiene que la “presión” por parte del Banco Santander y de BBVA para que el Gobierno “se enfrentara a la realidad” ha jugado un “papel importante” en la decisión del Ejecutivo de nacionalizar la entidad.

En su opinión, las “dudas sobre el sistema financiero español y sobre el Gobierno ya han infectado a las dos entidades, a pesar de sus robustos colchones de capital y que una buena parte de sus negocios estén en el extranjero”.