Durante la comparecencia del ministro José Manuel García-Margallo en la citada comisión, Diego negó que el tal “hachazo” fuera inevitable y lo explicó por que unos partidos priorizan unas cosas y otros otras. “Ustedes entienden que la cooperación al desarrollo no es tan importante”, interpretó.

Partiendo de que el Gobierno, a su juicio, efectúa recorte tras recorte sin explicarlos bien porque “cada vez menos gente les cree” la excusa de la herencia recibida, la portavoz socialista pidió al ministro que no dilapide el legado del Gobierno anterior en este ámbito y recordó que otros países en crisis han mantenido su partida de cooperación.

Finalmente, reprochó a García-Margallo que pusiera tanto énfasis en la transparencia de la ayuda al desarrollo, porque eso, lamentó, “genera desapego en la población”.

Desde CiU, Jordi Vilajoana confió en que la austeridad, a favor de la cual se pronunció, no sitúe “al límite del colapso políticas clave como la exterior y la cooperación”, y abogó por eliminar gastos superfluos y de representación. Además, mostró su satisfacción con la colaboración y subsidiareidad en la cooperación entre la Administración central y la catalana.

A su vez, el portavoz de la Entesa Catalana de Progrès, Jordi Guillot, pidió al ministro que convoque el Pacto de Estado contra la Pobreza y apuntó que aun antes de conocerse el déficit oculto el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ya anunciaba un recorte de 200 millones en cooperación.

Desde su punto de vista, esto fue así porque “el PP tiene una manga muy ancha” para recortar en esta partida, y, mientras apela a los compromisos contraídos para no retirarse de Afganistán, no respeta tanto los firmados en materia de ayuda al desarrollo.

Finalmente, la portavoz del PP, Beatriz Jurado, situó a la cooperación, como al resto de las políticas públicas, “en relación con la situación que vivimos”, y respecto a ella dijo que “todos sabemos de qué situación venimos y quiénes son los responsables”.

Además, ironizó afirmando que el resto de portavoces debían haber olvidado felicitar al Ministerio de Exteriores por sus logros en relación con los programas mundiales de alimentos y contra el sida.