Desde el grupo indicaron que este resultado se debe a un “entorno económico complejo, la volatilidad en muchos de los principales mercados eólicos, el lanzamiento de nuevos productos y la estacionalidad propia del sector”, que “han impactado temporalmente” en su rentabilidad.

Las ventas de Gamesa crecieron un 33%, hasta los 777 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación se redujo un 58%, hasta los 32 millones de euros.

Desde la compañía destacaron que el mayor volumen de ventas fue gracias al “perfil diversificado en mercados y negocios, y las sinergias entre las actividades de aerogeneradores y parques”.

Además, indicaron el crecimiento récord de la contratación de aerogeneradores, que multiplica por 2,4 veces (+136%, hasta los 687 megavatios).