“Hay un problema muy serio con los jóvenes que dejaron los estudios muy pronto para trabajar en negocios como el del ladrillo, que ahora se ha venido abajo”, prosiguió el ministro, para quien “tenemos que intentar resolverlo y debemos echarle mucha imaginación".

Wert, que admitió su preocupación ante la crisis, defendió los recortes en su ministerio, y apuntó que se han “elaborado unos presupuestos responsables con la situación económica”. “Aun así mantenemos como prioridades luchar contra el abandono educativo temprano, la enseñanza bilingüe, extender el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en las aulas y la excelencia y la internacionalización de las universidades españolas”, destacó.

Según el ministro, en estos programas se mantiene la misma dotación, y calificó de “exagerada" la cifra de profesores que perderán su empleo estimada por los sindicatos.

Preguntado sobre su posible adscripción a alguna ‘tribu urbana’ (o a algo similar en su época) de joven, Wert confesó que “era un empollón, figura que además me gusta reivindicar”, concluyó.