En una rueda de prensa en Madrid, en la que se presentó el informe "España: sal en la herida. Impunidad policial dos años después", el director de AIl en España, Esteban Beltrán, calificó de "agujero negro" el sistema de investigación de torturas y malos tratos de agentes a detenidos.

Este informe, que actualiza 11 casos denunciados en 2007, se dio a conocer antes de que el Comité de Derechos Humanos de la ONU examine próximamente los casos de torturas y malos tratos de fuerzas de seguridad en España.

Beltrán aseguró en rueda de prensa que el Gobierno de España carece de "voluntad política" para investigar estos hechos y alabó los "tímidos pasos" dados por los Ejecutivos vasco y catalán, como la instalación de cámaras de televisión en las comisarías de la Ertzaintza o la creación del Comité de Ética de la Policía de Cataluña.

Además, indicó que en 2007 se investigaron un mínimo de 75 casos, según las informaciones de las fiscalías provinciales, de los cuales sólo cuatro concluyeron con una declaración de culpabilidad y 21 de ellos (el 66%) fueron sobreseídos antes de llegar a la fase de juicio.

Beltrán subrayó que esta "impunidad" en investigar estos casos se deben a la "falta de voluntad política de perseguir a los torturadores", que los propios agentes implicados suelen realizar las investigaciones, la falta de colaboración de las fuerzas de seguridad con las autoridades judiciales y la "práctica común de presentar contradenuncias" a los detenidos.

En este sentido, recomendó a Rubalcaba, Ares y Saura que creen "un mecanismo de investigación independiente" con recursos y competencias necesarias para estudiar las violaciones graves de derechos humanos cometidas por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Además, instó al Consejo General del Poder Judicial a que ponga remedio a la "inacción de muchos jueces de instrucción" para tratar los casos de torturas y malos tratos.