En rueda de prensa, denunció que la secretaria general de Sanidad "se negó" en la Comisión a concretar los recortes previstos, y tal como él auguró se vuelven a conocer desde un país extranjero.

Esta vez podría ser "el recorte guacamole" por conocerse desde México, pero en realidad es "un impuesto a la enfermedad".

Es un "fraude político y electoral" porque el PP ganó las elecciones prometiendo que no habría copago, descongelaría las pensiones, y que sanidad y educación eran "líneas rojas", pero apenas cien días después "olvida" ese compromiso.

La medida es "injusta", alertó, porque rompe el pilar básico del sistema sanitario, que los de mayor renta y sanos financian los gastos de quienes menos aportan o están enfermos.

Es, además, "contraproducente" porque los mayores o enfermos crónicos reclamarán mayor atención sanitaria al no poder acceder a algunos tratamientos y el sistema "tendrá que pagar más" para recuperar su salud.

Finalmente, es "ineficaz" porque las exenciones al pago requerirá poner en marcha un proceso de gestión que costará "un potosí" y quedará "lo comido por lo servido".

En el fondo, denunció Llamazares, la medida es "un mecanismo fraudulento para poner en marcha un IVA parcial a un sector desprotegido de la población".