En rueda de prensa, Lezcano apuntó que el próximo Primero de Mayo será cuando las organizaciones retomen el proceso de movilización que concluyó en la convocatoria de huelga general del pasado 29 marzo, y agregó que habrá nuevas manifestaciones en el mes de junio o incluso antes.

Este calendario de movilización dependerá, según el portavoz del sindicato, de la actitud del Gobierno y de si decide abrir un proceso de diálogo social.

Asimismo, el responsable de comunicación señaló que "en estos momentos" la organización no se plantea la convocatoria de una nueva huelga general, ya que eso sería "devaluar la que acabamos de realizar".

Sin embargo, añadió que el hecho de que en estos momentos no baraje esta opción, "no quiere decir que no tengamos en cuenta esa posibilidad en función de cómo evolucionen los acontecimientos".

Así, explicó que convocar un nuevo paro general supondría admitir que el anterior no ha tenido efectos aunque agregó que el plazo que habrá que esperar para convocar una huelga "no es cuestión de tiempo sino de las medidas que adopte al Gobierno".

"Si se sienta a negociar seguramente se diluiría la posibilidad de convocar la huelga; si por el contrario se atrinchera en esta posición en la que cada vez se va a quedar más solo, los plazos se puedan acortar", aseveró.

No obstante, insistió en que, "por responsabilidad, este país no puede incurrir en una lógica disparatada de convocar huelgas generales sin estar fundada y razonada su convocatoria".

"Cada vez hay más razones, pero cada vez hay una mayor necesidad de buscar una solución a esos disparates", explicó Lezcano, quien recordó que el objetivo del sindicato no es el de convocar huelgas, sino "ayudar a buscar soluciones".

Así, subrayó que "sólo cuando los desplantes son tan groseros es cuando recurres a la movilización". "Si se mantienen las actitudes y otras movilizaciones menos gravosas para el conjunto del país no dan resultado, entonces habrá que plantearse la huelga", dijo.

Por otro lado, defendió que "no es cierto" que las movilizaciones caigan en saco rato, ya que, por un lado, "van generando un poso en la opinión pública" que explica que en "tan poco tiempo el crédito del PP haya caído tanto".

Además, apuntó que desde la organización sindical consideran que va a haber algún tipo de respuesta por parte del Gobierno, y destacó que el hecho de que el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, respondiera a la última carta enviada por los líderes sindicales de su puño y letra, "a diferencia de otras ocasiones", es una "primera muestra de disposición que veremos en lo que acaba".

EDUCACIÓN

Lezcano hizo estas declaraciones a los medios de comunicación en el marco de la celebración del Consejo Confederal del sindicato que, entre otras cuestiones, analizó el proyecto de presupuestos aprobado por el Gobierno y las medidas anunciadas en sanidad y educación.

Para el sindicato, la medidas de recorte planteadas por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y antes de conocer las que se tomarán en sanidad, supondrán, por un lado, "la pérdida de miles de trabajadores en situación de interinidad" y, por otro, "un deterioro de la calidad educativa que nos va a retrotraer 30 años atrás y que perjudicará a los sectores menos protegidos de la población".

También criticó las formas del Ejecutivo en la aprobación del presupuesto ya que considera que es "de todo punto de vista inaceptable" que criticase al anterior Gobierno por "errático y por improvisar", y "sólo unas horas depsués de presentar los presupuestos añada un recorte de 10.000 millones de euros en la columna del estado del bienestar".

"ÉXITO" DE LA HUELGA

El Consejo Confederal analizó también la jornada de huelga del pasado 29 de marzo, destacando el "éxito inapelable" de la movilización, que se plasmó en la asistencia a las manifestaciones convocadas entonces.

Según Lezcano, esta huelga fue "el mayor aviso que se ha dado a un Gobierno en tan poco tiempo" y que se suma al resultado de las elecciones en Andalucía y Asturias celebradas sólo unos días antes.

CCOO asegura que las últimas encuestas "empiezan a reflejar una caída de la popularidad como nunca se había visto antes en tan poco tiempo", por lo que considera que "el Gobierno está obligado a reaccionar si no quiere programar un suicidio colectivo".