YPF. Margallo advierte de que una ruptura con Argentina "no sería sólo económica"
- Dice que una agresión contra Repsol seria considerada como una agresión a España
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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, avisó hoy que una hipotética ruptura con Argentina a resultas de la posible nacionalización del 50,01% de la petrolera YPF "no sería sólo económica".
Así presentó las cosas el ministro tras llamar a consultas al embajador argentino en Madrid, con quien mantuvo un reunión que calificó de "muy respetuosa" y en la que interpretó que el diplomático había comprendido las motivaciones de España y las trasladaría a su Gobierno.
Él, por su parte, aseguró que comprendía la importancia que tiene para Argentina la producción energética, pero pidió a su Ejecutivo que entenda también la importancia que tiene para el español la defensa de sus empresas. "YPF es importante para Repsol y Repsol es importante para España", sintetizó.
En este escenario, apuntó que la trascendencia de la polémica motivada por la supuesta intención de Buenos Aires de hacerse con el control de YPF trasciende la dimensión empresarial. "Estamos hablando de términos económicos, pero no sólo, ni sobre todo, de términos económicos", puntualizó, diciendo que la ruptura de la relación "fraternal" entre ambos países sería "el peor escenario que se puede imaginar", pero sin descartarlo.
García-Margallo advirtió de que cualquier "agresión" a la empresa española Repsol en tanto que propietaria mayoritaria de YPF, "violando el principio de seguridad jurídica, será considerada como una agresión por parte del Gobierno español", que tomará las medidas que considere oportunas y recabará los apoyos necesarios de sus socios europeos; cosa que, precisó, ya ha hecho.
En este sentido, confirmó que la Comisión Europea ya se ha puesto en contacto con Buenos Aires. No quiso, en cambio, concretar si el Rey o el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habían tomado ya cartas en el asunto o intervenido en una negociación que él remontó a principios de febrero.
EXIGENCIAS CAMBIANTES
García-Margallo dijo que, en este tiempo, las exigencias argentinas habían pasado de la distribución de dividendos, a la petición de mayores inversiones de Repsol en el país, a la fijación de precios para empresas como Aerolíneas Argentinas y había desembocado en la retirada de licencias a YPF en algunas provincias, imposibilitando el desarrollo normal del negocio y provocando una caída del 40% en el valor de sus acciones.
El ministro explicó que su departamento está haciendo dos cosas: Tratar de resolver la situación por medio del "diálogo" y el "sentido común" y estudiar las medidas que tomaría en caso de que no se solucionara, si bien rehusó por dos veces enumerar cuáles serían, pues ahora es el momento de buscar el entendimiento, dijo.
El Gobierno también remitirá una carta a la Cumbre de las Américas, donde algunos de los estados participantes, que también tienen intereses en Argentina, ya pensaban abordar el tema.
No obstante, García-Margallo se preocupó de recordar que España es el primer inversor extranjero en Argentina y de que, en 2001, durante la crisis del "corralito", el Gobierno de José María Aznar ayudó al país sudamericano con un préstamo de 1.000 millones, gesto que espera se vea ahora correspondido por el de Cristina Fernández de Kirchner.
El ministro, quien negó que utilizar el término "agresión" implique llevar las cosas al léxico "bélico", desmintió también que "nadie del Gobierno" haya descalificado a Argentina como "un apestado internacional".
Aunque el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, empleara esta expresión esta mañana en declaraciones en la radio, fuentes del Ministerio aclararon a Servimedia que fue en sentido estrictamente hipotético: Aquello en lo que se convertiría el país gobernado por Kirchner si decidiera finalmente expropiar YPF
(SERVIMEDIA)
13 Abr 2012
KRT/krt/gja