Cultura

‘Crucifixión’ ya cuelga en las paredes del Museo del Greco

Madrid
SERVIMEDIA

El Ministerio de Cultura y Deporte presentó este lunes en el Museo del Greco de Toledo la obra ‘Crucifixión’, de Doménikos Theotokópoulos ‘El Greco’ (1541-1614), que recientemente adquirió, ejerciendo derecho de tanteo, por 1,5 millones de euros.

Según informó el departamento que dirige Miquel Iceta, la calidad de la pintura y su probada autoría han supuesto una “excelente oportunidad” para incrementar las colecciones públicas con una obra de un autor tan destacado en la historia del arte.

A ello se suma que el buen estado de conservación del lienzo ha permitido su exposición e incorporación inmediata al recorrido del museo, donde ya puede ser contemplado por los visitantes.

La adscripción de la obra, la primera de El Greco que se adquiere para los fondos del museo desde su fundación en 1910, completa las etapas artísticas del pintor en la colección permanente.

‘Crucifixión’, según Cultura, viene a cubrir la carencia de obra de los años iniciales que hasta ahora existía en el discurso museográfico actual, que narra todas las etapas artísticas del pintor desde su Creta natal hasta su llegada a Toledo.

Este crucificado, fechado entre 1575 y 1577, funciona como bisagra entre las etapas italiana y toledana del pintor. Además, la posibilidad de exhibirlo junto a otra obra de la misma temática, ‘Cristo crucificado’ -depósito de Unicaja-, facilitará la compresión sobre la evolución del artista por parte del público.

‘Crucifixión’ es una obra de pequeño formato (67,5 x 42 centímetros) que representa el momento de la expiración de Cristo en la Cruz, tema que El Greco desarrolló en diferentes versiones de similares dimensiones entre 1573 y 1578.

Esta es la obra más tardía y la culminación de las anteriores, datada entre los últimos años de la estancia del pintor en Roma y los primeros en Toledo. La figura de Cristo destaca por su potente anatomía y monumentalidad, inspirada en un dibujo de Miguel Ángel. Aparece aislada en un paisaje de horizonte, levemente abocetado el contorno de una ciudad y el característico fondo de nubes, seña de identidad del artista.

La obra cuenta, además, con una peculiaridad que le otorga un carácter único: una erudición añadida, probablemente, por encargo del cliente y que no aparece en el resto de crucificados. En la tabla de la cruz, en lugar de la habitual inscripción INRI, figura un texto de tres líneas invertidas. Leída de derecha a izquierda, según la tradición hebrea, repite el nombre Nazarenus en hebreo, griego y latín. Es una reproducción de una de las reliquias de la Crucifixión veneradas en la basílica de la Santa Croce in Gerusalemme (Roma).

Leticia Ruiz, especialista en el artista, consideró que El Greco debió de realizar la tela para “complacer a un cliente de notable erudición anticuaria, tal vez alguno de los amigos españoles que frecuentó en Roma”.

(SERVIMEDIA)
20 Dic 2021
MST/clc