El martes en el Senado Rajoy salió por una puerta lateral para esquivar a los periodistas que le esperaban para preguntarle por la situación de la deuda española, con la prima de riesgo subiendo y la bolsa bajando.

Este miércoles, nada más llegar a la sesión de control en el Congreso, su equipo anunció a los periodistas que el presidente se pararía a hablar con ellos después de responder a las preguntas de los diputados.

Por ello, tras salir del hemiciclo respondió dos preguntas de los periodistas para reconocer que la situación de la economía española es "muy difícil" para muchos ciudadanos "y para el propio país como tal nación".

Hay "muchísimos españoles" en paro, "problemas de crecimiento", ciudadanos que han perdido "nivel de vida", y administraciones públicas con dificultades para financiarse.

Es una "situación excepcional y tenemos que reaccionar con medidas excepcionales", sentenció el presidente.

Por ello, la política económica del Gobierno está siendo "dura, costosa, no va a producir efectos en el corto plazo, pero es lo que hay que hacer en estos momentos".

Rajoy insistió en que el año pasado España gastó 90.000 millones más de los que ingresó, lo que coloca al país en una situación "muy difícil" si hay problemas de financiación.

Por ello, el camino es reducir el déficit, "gastar de acuerdo con lo que ingresemos", hacer reformas para ganar competitividad y reestructurar el sistema financiero para recuperar el flujo del crédito.

Se han hecho ya muchas reformas "pero más tendremos que hacer en los próximos tiempos para fijar los cimientos" del crecimiento económico y la creación de empleo.

"Lo que nos hemos encontrado dificulta mucho las cosas", añadió, pero pese a todo ello el Gobierno tiene "las ideas claras, el rumbo y la voluntad política que en este momento necesita nuestro país".

Sobre las peticiones de UPyD para un pacto de legislatura, y de CiU para reeditar los Pactos de la Moncloa, Rajoy respondió que el Gobierno tiene apoyo mayoritario y la "obligación" de gobernar.

El PP habla "con todos los partidos" y las reformas se están dialogando con las comunidades autónomas, aseguró, con la premisa de que las politicas tienen que ser distintas a las de los últimos años porque son ésas las que "nos han traído hasta aquí".

Unas reformas son apoyadas "por unos" y otras "por otros", pero es "evidente" que no en todas se coincidirá y el Gobierno no puede "abdicar" de su responsabilidad porque eso sería "lo único que los españoles no nos perdonarían".