Según informó UPTA, con este objetivo pide una reunión con el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. La organización demanda políticas activas de protección de la actividad, tanto en el fomento como en la promoción y en la comercialización, así como el estudio de una fiscalidad especial atendiendo a criterios de desarrollo rural, asentamiento de población en el mundo rural y estacionalidad del sector.

En este tipo de alojamientos, según el INE, se ocuparon tan solo el 8,1% de las plazas ofertadas en febrero, lo que supone un descenso interanual del 7,7%.

Más preocupante es, según UPTA, la bajada en el grado de ocupación en fin de semana, que se sitúa en el 17,6%, con una disminución del 12,2%.

“Este último es un dato alarmante, ya que es conocido que son precisamente los fines de semana los más demandados por los clientes, y una disminución tan importante hace pensar que el futuro de este sector de actividad corre gran peligro”, concluye.