Jáuregui felicitó a los autores del reportaje de El Mundo TV que desvela cnversaciones telefónicas grabadas entre García Carrés y otros participantes en la intentona golpista, porque "todo lo que sea aportar cosas coyunturales servirá para hacer la Historia con mayúscula, y no las historias periodísticas que vamos haciendo los periodistas cada día".

Pero estimó que la participación en el intento de golpe de Estado "no podía quedar reducida a una serie de señores que no contasen con una financiación" de un sector civil más amplio. "Ese es el verdadero misterio y no sé si algn día lo descubriremos", opinó el periodista, que ha escrito varios libros sobre el tema.

"Cuando el proceso del 23-F, Leopoldo Calvo Sotelo, el Gobierno y los jerarcas militares decidieron, y yo creo que acertadamente, intentar limitar el alcance de ese proceso hasta donde fuese posible, porque, si no, tal vez habría que haber procesado a cinco mil personas", indicó.

Agregó que esa decisión provocó al final que García Carrés fuera considerado el único civil implicado en la trama, algo que a su etender no se sostiene, porque no tenía fortuna personal y era un ultra y un sindicalista con poca influencia.

En cuanto a quién es verdaderamente el "elefante blanco", Jáuregui apuntó que "los verdaderos cabecillas se sabe quiénes son", con Jaime Milans del Bosch al frente.

"Lo único que queda por saber es hasta qué punto llega la trama civil", insistió, para recordar que él mismo estuvo once años procesado por escribir el libro titulado "Todos al suelo", con otros seis periodistas, "en el que halábamos de quiénes eran aquellos famosos 'almendros' que escribían como un colectivo en el diario ultra 'El Alcázar' y de algunos ex ministros de Franco que, a lo mejor, podían haber estado metidos en aquello".

"Como ningún juez se atrevió a abrir una vista sobre eso, porque hubiera supuesto reabrir el proceso del 23-F y eso no convenía, estuvimos once años procesados, hasta que prescribió", concluyó.