En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta aseguró que en el PSOE "no se ha planteado" dar libertad de voto a los diputados al votar ese proyecto, pero precisó que en todo caso es decisión del partido y a ella como vicepresidente no le incumbe.

La vicepresidenta insistió en que es el Parlamento el que deberá dar "la última palabra" sobre la ley y las posibles modificaciones del proyecto, pero subrayó que en su día ya se incorporaron las reflexiones de los expertos y la ley recoge todas las garantías.

A partir de ahí, abogó por lograr "el mayor consenso posible", pero "sin que se desvirtúen las líneas generales" que constituyen esas garantías para la libertad y autonomía de las mujeres.