En unas jornadas monográficas sobre la situación económica organizadas por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Campa reiteró que “aunque la situación empieza a apuntar hacia una recuperación financiera y de la economía real, parece claro que será lenta”.

A este respecto, indicó que dicha recuperación depende en gran medida de los estímulos públicos entre los que citó la política fiscal y monetaria y las intervenciones en el sistema financiero.

Sin embargo, destacó que la tendencia a la recuperación se refleja en el hecho de que las previsiones oficiales han pasado de revisarse a la baja en primavera a hacerlo al alza en verano.

Asimismo, señaló que “esta mejora en el entorno mundial facilitará nuestra propia recuperación”. Pese a ello pidió que se introduzca “la dosis de cautela necesaria ya que existen numerosos riesgos en la economía financiera y en la real”.

Por todo ello, defendió que se debe tener “cuidado” cuando se decidan quitar los estímulos financieros y que ahora “no es el momento oportuno” para hacerlo. En esta línea, destacó que los presupuestos para 2010, mantienen el 90% del impulso fiscal de 2009.

Campa se refirió también al comportamiento del mercado de trabajo, del que señaló que con vistas a la salida de la crisis “se debe realizar una reorientación de los factores productivos a sectores distintos” de los que han permitido el crecimiento en años anteriores.

También admitió la necesidad de cambiar la situación de los últimos 20 años en los que el 35% de la población activa está con contrato temporal o en paro.

“Nuestro mercado laboral tiene una gran capacidad de crear empleo en la parte alta del ciclo y de destruirlo en la parte baja fundamentalmente porque el único margen del mercado es el de la creación o la destrucción de empleo, advirtió.

Por el contrario, para Campa, tiene carencias como la sustituibilidad del empleo por formación, la flexibilidad en la duración de la jornada o el trabajo a tiempo parcial complementado con prestaciones sustitutivas.