Según el comunicaco, la sentencia establece que el periodista, cuyo nombre no ha sido facilitado, deberá ser indemnizado con 82.000 euros y que en lo sucesivo se le retribuya con arreglo al nivel salarial A1, de redactor.

El periodista deportivo venía prestando sus servicios a RNE en virtud de un pacto verbal, sin contrato de trabajo y sin alta en la Seguridad Social. La sentencia establece que se trata del único redactor de deportes de la emisora, con horario de trabajo de lunes a viernes, así como fines de semana para cubrir los deportes, empleando útiles de trabajo y unidad móvil propiedad de la empresa.

Asimismo, realizaba la mayor parte de su trabajo en las dependencias de RNE y dependía jerárquicamente del jefe de informativos, que supervisaba sus trabajos. Pese a ello, la empresa le tenía estatus de colaborador, pagándole por crónica que emitía, añade el comunicado.

La juez establece que el periodista estaba integrado en la organización productiva de la empresa, que “le fija los acontecimientos a cubrir, le da las órdenes e instrucciones sobre la realización de sus crónicas y pone a su disposición los medios materiales que necesita para desempeñar su trabajo”.

Asimismo, afirma que había ajenidad en la relación laboral, en la medida en que “la retribución responde a una actividad productiva directamente proporcional con el resultado obtenido, de manera que el lucro empresarial no es propio del profesional, sino de la empresa bajo cuya organización se encuentra trabajando”.