Madrid. El Ayuntamiento de Madrid se da de plazo cuatro años de “medidas incómodas” antes de volver a invertir

MADRID
SERVIMEDIA

El Ayuntamiento de Madrid dedicará los próximos cuatro años a aprobar y aplicar “medidas incómodas”, en palabras de la alcaldesa, Ana Botella, antes de destinar un solo euro a inversiones y refuerzo de los servicios públicos que presta.

La Junta de Gobierno aprobó este martes, en una sesión extraordinaria, su anunciado Plan de Ajuste 2012-2020, que contempla hasta 2016 el mantenimiento de recortes y ajustes de acuerdo con las condiciones previstas y acordadas con el Ministerio de Hacienda en el marco de la línea de crédito que permitirá pagar la deuda comercial a proveedores.

En rueda de prensa, acompañada del vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, y de la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, Botella subrayó que este plan tiene como objetivo reducir la deuda comercial y “sanear nuestras cuentas” y, aunque reconoció que las previstas “no son medidas cómodas”, por el contrario “tienen visión de futuro”.

Entre otras medidas de ajuste, se reduce un 50% el número de liberados sindicales, se suprimen para los funcionarios las horas extras y las gratificaciones (salvo en los casos de servicios de urgencia), así como las ayudas por la compra de gafas o prótesis dentales, entre otras, a excepción de las que perciben las personas con discapacidad empleadas municipales. Tampoco se cubrirán las vacantes de plazas públicas, salvo de los servicios de urgencias, y se restringe al máximo la contratación de interinos.

Botella aseguró que Madrid “va a seguir manteniendo los servicios esenciales y garantizando el buen funcionamiento de la ciudad”, al tiempo que agregó que este plan de ajuste, en lo concerniente al personal funcionario, “se realiza con la firme voluntad de mantener el empleo en el Ayuntamiento”.

El objetivo, a corto plazo, es ahorrar a las arcas municipales un total de 160 millones de euros y de 394 millones en 2013.

(SERVIMEDIA)
27 Mar 2012
LMB/man