El índice, que se renueva anualmente, está elaborado a partir de datos relativos a educación, empleo, emancipación, vida/salud y uso de TIC, y mide el avance en materia de desarrollo juvenil de manera comparada en los 27 países de la Unión Europea (UE-27) y, a nivel de España, en las 17 comunidades autónomas. Además, la elaboración en años sucesivos permite ver la evolución de los diferentes parámetros desde el año 2009.

En este sentido, señala que, en relación a la vida y salud, se desprende que la juventud ha avanzado, sobre todo en la disminución de las tasas de mortalidad, tanto la mortalidad bruta (por todas las causas), como por causas externas como el suicidio (3,8 por cada 100.000 personas entre 15 y 29 años en España, 6,7 cada 100.000 en la UE) y los accidentes. En este sentido, la media española (0,705) es mejor que la europea (0,68).

Además, el índice de uso de TIC evidencia una mayor presencia y convivencia de la población joven con el mundo digital. España destaca en esta dimensión por tener un índice TIC alto con respecto a la media europea y destaca la “enorme” brecha digital entre jóvenes de la misma edad dentro del contexto europeo, con Cantabria a la cabeza de Europa y Bulgaria en la última posición.

No obstante, por otra parte, resalta que “prácticamente todos los países y territorios retroceden respecto a los logros alcanzados en la edición anterior de 2020 y los sectores responsables son claramente el empleo y la emancipación”. A nivel europeo, Dinamarca, los Países Bajos, Estonia y Finlandia mantienen las primeras posiciones en cuanto a desarrollo juvenil global, mientras que España, Italia, Bulgaria y Rumanía ocupan las últimas.

Así, el índice explica que la posición rezagada de España en los niveles de empleo se achaca tanto a la mala calidad del mismo, como a las altas tasas de temporalidad y parcialidad involuntaria. En concreto, el desempleo juvenil se sitúa entre los 15 y 29 años en un 29,2% en España frente a 13,3% en la UE, al tiempo que nuestro país tiene la mayor proporción de población joven que trabaja con contrato temporal de toda la UE (52%).

En cuanto a la emancipación, señala que “sólo 6 de cada 100 jóvenes puede hacerlo entre los 20 y los 24 años” y “poco más de un tercio lo hace entre los 25 y los 29 años, con una brecha de cerca de 19 puntos porcentuales respecto a la UE”.

Por otra parte, en materia de educación, España se mantiene en la posición 28, con 0,64, muy cerca de la media europea (0,65), donde destaca el incremento de la tasa de participación en la educación superior y el descenso del abandono escolar temprano, aunque en este indicador el país sigue con el peor registro, después de Malta.