Los ecologistas critican que suban los impuestos mientras “se despilfarra” con las luces de Navidad

- Piden instalar mecanismos “renovables” y restringir el encendido

MADRID
SERVIMEDIA

Greenpeace, WWF y Ecologistas en Acción vuelven a arremeter esta año contra el “despilfarro” y el “gasto de dinero público” que, en su opinión, conlleva iluminar las calles por Navidad, y piden sustituirlas por sistemas basados en energía renovable o, al menos, reducir el número de horas y días de encendido.

Según dijo a Servimedia Heikki W. Mesa, experto en energía de WWF, su organización “lleva años pidiendo que se reduzcan el número de días y horas” de alumbrado navideño, “porque no tiene sentido”.

“Con la crisis tenía que haber quedado claro que el consumismo no lleva a nada positivo y, además, se hace gastando el dinero público. ¿Cómo se justifica que suban los impuestos a todo el mundo para pagar una iluminación que no sirve para nada?”, lamenta este experto.

Por esa razón, propone encender las calles “únicamente los días más especiales de la Navidad” (“no de noviembre a vete a saber cuándo”) y que se limite esta práctica al horario comercial.

Pablo Cotarelo, de Ecologistas en Acción, lamenta también “que se utilice de forma bastante discutible dinero público para beneficiar al comercio privado”, y advierte de los “impactos ambientales de este consumo totalmente superfluo y derrochador de electricidad”.

15.000 TONELADAS DE CO2

Según datos de esta ONG, la iluminación de las calles españolas las pasadas navidades supusieron emitir un total de 15.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, cifra equivalente al consumo eléctrico de una ciudad de 100.000 habitantes en un mes.

Por su parte, la responsable de la Campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Raquel Montón, apostó por sustituir el actual sistema de adorno público navideño por “otros que no contribuyan al cambio climático”.

“Lo mejor” sería, en su opinión, instalar mecanismos “renovables” (“hay lamparitas solares que se cargan durante el día”) pero, de no ser así, reconoce que “lo menos malo” sería reducir los días y horas de encendido.

“Cuando se vea una bombilla encendida, la gente debería pensar que eso no es solidario con el planeta. El cambio climático está matando y pagan los menos responsables, que son los más pobres”, concluye Montón.

(SERVIMEDIA)
31 Oct 2009
LLM/caa