La proposición pide una "acción decidida a favor de la transición a la democracia, sin exclusión de ninguna opción ideológica", partiendo de que, pese a las reclamaciones en este sentido del Congreso, "el modelo político de Cuba no ha realizado los avances suficientes para ser aceptado por todos los demócratas".

Sin embargo, estos grupos, que en los últimos años han sido muy críticos con el Gobierno cubano y han defendido la Posición Común de la UE ante el "castrismo" frente a las veleidades que creían ver en el Gobierno socialista, se contentan ahora con "apoyar todas las iniciativas que tengan como objetivo promover la reconciliación del pueblo de Cuba en el marco de la transición hacia un sistema político democrático".

El pasado 22 de febrero, en su primera comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el ministro del ramo, José Manuel García-Margallo, suavizó el lenguaje al defender una "interpretación flexible" de la Posición Común de la UE en relación a Cuba, en correlacion a los avances que vaya mostrando su Gobierno en materia de democracia y derechos humanos.