#VacúnaTE

La primera mujer vacunada contra la Covid-19 reaparece para pedir a la gente que se vacune

MADRID
SERVIMEDIA

Margaret Keenan, una británica de 90 años, fue la primera persona en el mundo en ser vacunada contra la Covid-19, un hito que la convirtió en objeto de bulos que desinformaban sobre su estado de salud al decir que estaba “en estado crítico” o incluso que había muerto horas después de ser inmunizada. Un año después, ja reaparecido para pedir a la gente que se vacune.

Este pasado 8 de diciembre, un año después de ser vacunada, Keenan reapareció para animar a vacunarse a quienes aún no lo hayan hecho. Son decenas de millones de personas las que, como ella, se han inmunizado contra la Covid-19 en todo el mundo, pero en todo este tiempo también han circulado infinidad de bulos sobre la composición de esas vacunas y sobre sus efectos en quienes las reciben.

Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la Covid-19 con el apoyo de Google News Initiative.

“Este martes, 8 de diciembre de 2020, hemos sabido que Margaret Keenan ha fallecido, dejando a sus amigos y familiares con el corazón roto y llenos de dolor”. Así empezaba un obituario que se viralizó en los días posteriores a la vacunación de la mujer, quien supuestamente habría fallecido el mismo día en el que recibió la inyección.

Al no ser un personaje público, Keenan no hizo apariciones públicas que sirvieran para demostrar que seguía viva. De hecho, para cuando la mujer fue grabada poniéndose la dosis de refuerzo en septiembre de 2021 ya habían pasado cerca de diez meses desde que se difundió el bulo de su muerte, o el que decía que se encontraba en estado crítico.

Keenan, ahora con 91 años, ha vuelto a reaparecer en el aniversario de esa primera vacuna en televisión para animar a vacunarse ya que “salva tu vida y la vida de tus amigos y familiares”.

UN AÑO DE BULOS

Esas desinformaciones sobre Margaret Keenan dieron el pistoletazo de salida a un año de bulos sobre la vacuna contra la Covid-19, algunos de los cuales forman parte ya del imaginario colectivo por lo mucho que se han repetido.

El contenido de esas desinformaciones sobre la Covid-19 ha ido variando con el paso de los meses, aunque algunas de ellas ya circulaban en 2020 y siguen haciéndolo a día de hoy. Ese es el caso del bulo que dice que Bill Gates ha introducido microchips en los viales o el que asegura falsamente que las vacunas alteran nuestro ADN. Esas dos desinformaciones, al igual que la que dice que al recibir la inyección nos convertimos en magnéticos, se comentan en cualquier sobremesa en estos tiempos de pandemia.

En este último año también han circulado decenas de bulos y desinformaciones sin pruebas que aseguraban que estas vacunas causaban esterilidad, enfermedades neurodegenerativas y estaban detrás de la muerte de varias personas conocidas.

Es posible que al leer alguno de esos bulos alguien piense que nunca le podrían colar una desinformación de este estilo, pero la realidad es que hacen que menos gente se quiera vacunar. Lo han comprobado unos investigadores del Imperial College y la London School of Hygiene and Tropical Medicine en Reino Unido y Estados Unidos, donde comprobaron que, después de leer varios ejemplos de desinformación, la aceptación de la vacuna cayó 6,2 puntos entre los británicos y 6,4 entre los estadounidenses. Es la prueba de que la desinformación tiene consecuencias graves sobre la vida de las personas.

Los investigadores usaron varios bulos recientes sobre la vacuna que habían comprobado que se estaban moviendo por redes sociales. En sus conclusiones también explican qué tipo de bulos engañaba más. Dicen que los más peligrosos son los que tratan de darle un atractivo científico a sus mentiras usando imágenes o enlaces que den sensación de que el mensaje viene avalado por expertos en la materia. Además, el estudio deja otro dato preocupante: alrededor de una cuarta parte de los encuestados en los dos países aseguró tras la prueba que estaba de acuerdo con parte de los contenidos falsos o los consideró confiables.

Sin embargo, la realidad es que las vacunas contra la Covid-19 protegen frente al desarrollo de la enfermedad, los síntomas graves, la hospitalización y la muerte. Y hay ya muchos datos que lo demuestran.

Por ejemplo, las residencias de ancianos fueron uno de los primeros objetivos de la campaña de vacunación y uno de los primeros lugares donde se ha notado el efecto protector de las vacunas. Sólo en el primer trimestre de 2021, las vacunas evitaron al menos 17.000 casos de Covid-19 y 3.500 muertes en centros de mayores, según un informe sobre la efectividad de la vacuna publicado por el Ministerio de Sanidad.

Desde el 23 de noviembre, Sanidad incluye en sus informes datos que nos permiten observar la incidencia de Covid-19 en personas vacunadas en comparación con las no vacunadas.

Según los últimos datos publicados al respecto, entre el 4 de octubre y el 28 de noviembre, la incidencia en personas vacunadas es muy inferior a la observada en no vacunadas. Esto se observa especialmente en el grupo de personas de 60 a 80 años, donde el riesgo de infección es 6 veces menor, el de hospitalización es 15 veces menor y el de fallecimiento es 14 veces menor con respecto a los no vacunados.

Para denunciar bulos como este relacionados con la desinformación de las vacunas contra la Covid-19, Maldita.es dispone de una canal de WhatsApp a través del número +34 644 229 319 para que cualquier persona pueda comprobar automáticamente casos de desinformación que llegan a través del teléfono u otras vías.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 2021
CLC