En estos términos se refirió la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, a los beneficios fiscales y burocráticos que el texto contempla para las ‘startups’ y que, a su juicio, suponen un “agravio para el resto de autónomos, incluidos muchos proyectos que pueden tener un valor añadido de innovación social, cultural o ambiental pero que no encajan en los requisitos confusos” de la norma.

En este sentido, Landaburu señaló en un comunicado que “la fiscalidad debe basarse en la progresividad y, por tanto, en la aportación al sostenimiento de lo público según la capacidad de cada cual, porque de lo contrario se convierte en una subasta que privilegia a quien menos lo necesita”.

Además, denunció que la etiqueta de “empresa emergente” que hace bandera de conceptos como “innovación” o “flexibilidad” suele encubrir fácilmente modelos de negocio “débiles, basados en la externalización y abaratamiento extremos de costes” y por tanto “con los pies de barro y rentables en base a la precariedad” que generan. Según explicó Uatae, esto es lo que ha sucedido con “la generalización de falsos autónomos en la llamada ‘economía de plataforma’, con los ‘riders’ como máximo exponente”.

Frente a ello, Uatae sostuvo que apuesta por fomentar el emprendimiento a través del “reconocimiento de más derechos” a los trabajadores autónomos -con el impulso de recursos públicos de financiación, asesoramiento y formación suficientes-y “no por abaratar sin más el acceso a un trabajo autónomo que soporta una precariedad estructural y desprotección muy fuertes”.

En este sentido, resaltó que “si bien es imprescindible apoyar la digitalización de la economía poniendo el foco sobre proyectos de emprendimiento de base tecnológica, toda la retórica y las medidas contempladas en el texto parecen reducir la necesaria transición digital del tejido productivo y el fomento de la innovación hacia grandes proyectos, con un fuerte respaldo de grandes inversores extranjeros” y se olvidan “de la brecha digital realmente existente, de las potencialidades de muchos proyectos nacidos en nuestras universidades y centros de investigación, y de conectar bajo el liderazgo público el emprendimiento con los grandes retos de país, como el equilibrio territorial y la desindustrialización o la transición ecológica”. Por ello, expresó su deseo de que el proyecto de ley “cambie radicalmente” durante su tramitación parlamentaria.