“Si queremos recuperar la confianza en nuestro sistema, debemos asegurarnos de que nuestras instituciones respondan a las necesidades reales de la gente”, afirmó el presidente durante su participación en la Cumbre para la Democracia, evento virtual organizado por el presidente de EEUU, Joe Biden.

Según el comunicado de La Moncloa, a todos los jefes de Estado o de Gobierno se les había solicitado su participación a través de un vídeo pregrabado, pero el presidente Biden invitó a Sánchez y a un reducido número de mandatarios a tomar la palabra en directo e intervenir de manera activa en las conversaciones de la sesión plenaria.

Así, en este encuentro en el que asistieron jefes de Estado o de Gobierno de 110 países, junto a líderes de organismos internacionales y sociedad civil, Sánchez defendió -según La Moncloa- que “la democracia ha demostrado ser el sistema político más eficaz para proporcionar paz y prosperidad a nuestras sociedades”, aunque alertó de que, “sin embargo, en los últimos años hemos sido testigos de numerosos intentos de socavar nuestros sistemas democráticos”.

Durante su intervención, el presidente reclamó “la adopción de un nuevo contrato social” que luche contra la desigualdad y la exclusión, y que fortalezca con una “recuperación justa e inclusiva” los mecanismos de diálogo social, con transparencia y rendición de cuentas frente a “los desafíos más urgentes” -acelerados por la Covid- que en estos momentos “amenazan” nuestras democracias.

El objetivo es que, dijo, las democracias “cumplan en términos de inclusión social” y reducción de “las brechas económicas y sociales existentes, especialmente ahora, que tenemos que afrontar las transiciones ecológica y digital”. Y hacerlo guiados “por un sentido de la solidaridad” tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y “también con las generaciones venideras”.

“Como Estado, tenemos la obligación de adoptar políticas con un impacto real en la vida cotidiana de las personas, en sus salarios, en su acceso a una vivienda, a una educación y sanidad universales y de calidad”.

Sánchez abogó por promover “la participación política” de la ciudadanía, “la transparencia y la rendición de cuentas” por parte de los responsables públicos a través de medidas de gobierno abierto “que nos aproximen cada vez más” a los ciudadanos; y presumió de que España está apostando por metodologías como la Unidad de Rendición de Cuentas, creada para hacer un seguimiento minucioso, objetivo y público de cada uno de los compromisos del Gobierno, “haciéndonos responsables si no cumplimos”.

Una dimensión en la que la democracia tiene especial margen de crecimiento es la participación “plena e igualitaria de las mujeres” en la vida política, económica, social y cultural. “No podemos prosperar como sociedades y llamarnos verdaderas democracias si no otorgamos los mismos derechos y oportunidades al 100% de nuestra población. A más igualdad, mejores democracias”, afirmó.

Junto a ello, Sánchez expresó su “profunda preocupación” por la desinformación, que “socaba los derechos humanos y la calidad y estabilidad de nuestras democracias”. Fenómenos como las brechas en ciberseguridad, el mal uso de la inteligencia artificial, el tráfico de datos personales o el auge del discurso de odio en las redes sociales “aumentan nuestra vulnerabilidad”.

En este sentido, recordó que España ha aprobado recientemente una Carta de Derechos Digitales para abordar estas cuestiones, otorgando al Gobierno una orientación práctica “innovadora” con que “garantizar” la protección de los derechos humanos en el entorno digital.

Por todo ello, el presidente subrayó que “la democracia está amenazada” y debe defenderse en todas partes y en todo momento. “Necesitamos defenderla activamente. Es un sistema frágil y vulnerable que no puede darse por sentado. No podemos olvidar las lecciones del pasado”.

“Tenemos el deber de proteger y fortalecer el legado de generaciones de hombres y mujeres que nos precedieron y lo dieron todo por la democracia y la libertad. No existen razones raciales, culturales, históricas o antropológicas que justifiquen la mutilación de la libertad. La democracia no es un regalo que se nos ha otorgado, sino una larga y dura conquista histórica que debemos cuidar y proteger”, destacó.

Según informó La Moncloa, los objetivos de la Cumbre son impulsar compromisos e iniciativas para el fortalecimiento de las democracias frente al autoritarismo, la lucha contra la corrupción y la promoción de los derechos humanos, así como escuchar y hablar de manera honesta sobre los desafíos que amenazan la democracia tanto en la esfera mundial como dentro de los países participantes.