Se trata de un acuerdo entre empresarios y sindicatos “sin precedentes” en el resto de Europa, indica la central, por el que se establece ”la urgencia del esfuerzo conjunto de todas las rentas frente a la crisis, implantando un acuerdo de moderación salarial y, a la vez, estableciendo alternativas al despido a través de mecanismo de flexibilidad negociada”.

UGT lamentó que, aunque la tasa general del IPC no ha variado respecto al mes anterior, permaneciendo en el 2%, “el cuadro macroeconómico presentado por el Gobierno para 2012 dibuja un panorama desalentador, cuyo exponente más grave es la destrucción de 630.000 empleos”.