En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, García-Margallo reiteró su apuesta por esa "marca España" que se presentará el próximo 25 abril y que, anunció, "para que no sea retórica" contará con un panel de indicadores para calibrar cuáles van siendo sus efectos.

El ministro insistió en la necesidad de que la marca España "sea una" y no se disgregue, y en su voluntad de implicar a todos los agentes que puedan apuntalarla, desde el Rey hasta los cooperantes, pasando por las Fuerzas Armadas, las empresas que realizan tareas educativas en otros países y el Servicio Exterior.

En otro orden de cosas, García-Margallo defendió la necesidad de "repensar las cumbres iberoamericanas", como la que en noviembre se celebrará en Cádiz, puesto que su predecesora, la que tuvo lugar en Asunción, "fue un desastre", con la ausencia por primera vez del presidente del Gobierno español, entonces José Luis Rodríguez Zapatero.

El ministro abogó por "dar un contenido" a estas cumbres, aunque no precisó cuál. Sólo vinculó la reorientación al hecho de que, con la crisis económica, se ha invertido la relación entre Europa e Iberoamérica, y ahora es ésta última la que crece y avanza hacia la integración. Según dijo, España debe ser la "punta de lanza" de la UE para estar en Iberoamérica.