Los magistrados de la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV, presididos por Pilar de la Oliva, señalan en el auto hecho público este lunes que “la expresión atribuida a la denunciada es de carácter genérico y en sí mismo considerada no reviste el carácter de injuriosa”.

Barberá pronunció la citada frase en junio de 2009 a raíz del proceso penal abierto contra Camps y en el que se le acusaba de recibir regalos de los responsables de la trama del “caso Gürtel”, un caso en el que expresidente autonómico resultó finalmente absuelto.

“Ni la expresión relatada tiene carácter material de injuria, ni tampoco se aprecia de la misma, en sí misma considerada y atendido su carácter genérico, lesión de la dignidad de las personas, menoscabo de su fama o que con ella se atente a su propia estimación”, señala el auto, con el que se desestima la denuncia.

La denuncia fue interpuesta por Tomás Frutos Llama, un funcionario de la Administración General del Estado que se sintió “directamente calumniado e injuriado por tales manifestaciones, tanto colectivamente como individualmente a su persona”, según señalaba en su escrito contra Barberá. La causa recayó en el TSJCV ya que la alcaldesa tiene aforamiento autonómico como diputada del Parlamento valenciano.