Pisarello y Asens fueron los dos primeros líderes políticos que hicieron declaraciones en el Congreso de los Diputados, donde hoy se celebra el acto institucional en conmemoración del aniversario de la aprobación de la Carta Magna en referéndum.

El primero aludió al “virus singular” del “negacionismo constitucional de las derechas”, que desde su punto de vista “han aprovechado para negar y atacar derechos y libertades que el movimiento antifranquista había conseguido inscribir en la Constitución”, como los derechos sociales, la progresividad fiscal y la España plurinacional y plurilingüe, y “reivindicando regímenes despreciables como el franquismo” en una suerte de “secuestro por el síndrome de Don Pelayo”.

“Lamentablemente, tenemos que decir que el PSOE no siempre ha plantado cara a esta involución constitucional”, añadió Pisarello, citando la retirada del escaño a su compañero Alberto Rodríguez y su negativa a abrir investigaciones parlamentarias al rey Juan Carlos. “Frente a este vaciamiento de los elementos garantistas de la Constitución”, exigió que se cumplan, y, a la vez, “camios constitucionales de fondo que no pueden ser simples retoques” y que “las generaciones que no votaron la Constitución de 1978 puedan decidir libremente” entre seguir viviendo bajo “una monarquía corrompida y obsoleta” y una “república moderna”.

Por su parte, Asens comenzó por el llamamiento a la reforma contradiciendo explícitamente a la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien dijo que la Constitución no necesita retoques; en su opinión, en cambio, “las constituciones que no se pueden reformar están condenadas a morir”, y la Carta Magna “ha quedado como un traje viejo” y “hay que volver a escuchar a la sociedad española” y asumir los nuevos retos.

En concreto, enumeró un reto democrático que exigiría reformar el sistema electoral para una mayor participación ciudadana; un reto territorial que llevaría a avanzar hacia el federalismo y un reto social consistente en blindar los derechos sociales e incorporar los de última generación: el ecologismo y el feminismo, así como revertir el artículo 135 que llevó a “supeditar los derechos a los intereses de los bancos”.

“El 15M, nosotros, nacimos para eso”, proclamó Asens, contraponiéndolo a que “el PSOE ha sido un gran hacedor, un gran pilar para los consensos de la Transición” y presentando a Unidas Podemos como “protagonistas de ese impulso de regeneración democrática que sirva para rehacer los pactos territoriales, democráticos y sociales rotos”. Sin embargo, constatando que “la correlación de fuerzas actual es desfavorable”, conjeturó que “si la calle no presiona para reformar la Constitución, eso no va a suceder”.

Mientras ello no ocurra, llamó a cumplir la Carta Magna, que ejemplificó en los artículos que sancionan el derecho a la vivienda, la renovación del CGPJ cada cinco años y la igualdad de todos ante la Ley. Así, pidió al PP que ”cese en su comportamiento sedicioso” y en el “secuestro del órgano de gobierno de los jueces” y al rey Felipe que, si invita a su padre por Navidad, “no sólo sea para comer turrones sino para dar explicaciones ante la sociedad española”, los tribunales y el Congreso, porque “no es de recibo que un jefe de Estado tenga carta blanca para delinquir”.