Lo anunció él mismo en la sesión de control al Gobierno en el Senado, a pregunta del portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores de dicha Cámara, José María Chiquillo.

El senador popular partió de que "la geografía y la historia han dado a España una vocación mediterránea" y de que, por cuestiones sociales, culturales y económicas, el norte de África es "uno de los pilares básicos de la política exterior de España". Desde esta premisa, preguntó al ministro cuáles serán sus estrategias para que España "recupere su protagonismo" en la zona.

García-Margallo coincidió en que el norte de África tiene para él una importancia prioritaria y en que España ha de aprovechar su posición privilegiada. "Estamos más cerca y sabemos hacer las cosas mejor que nuestros socios", aseguró, prometiendo que España ejercerá su responsabilidad, propia y como parte de la UE y la OTAN.

El ministro anunció que el Gobierno tratará de construir una "relación equilibrada entra Marruecos y Argelia" y que "la primavera árabe no se convierta en un invierno extremista", algo para lo que ofrecerá a los movimientos democráticos el "know-how" que supuestamente adquirió España durante la Transición.

En este segundo ámbito, apuntó que sugerirá que la UE dé ayudas financieras y estreche relaciones políticas como estímulo a los países que avancen más hacia la democracia.

Al anunciar sus viajes a la zona, García-Margallo desató las risas del Hemiciclo al comunicar que a Argelia y Libia irá con el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, "que todavía no lo sabe". Soria estaba presente en la sesión de control y se enteró, por tanto, a la vez que los senadores.

El ministro dio otro ejemplo de su fino humor al contestar a los buenos deseos de Chiquillo, quien en la réplica confió en que García-Margallo realice un buen desempeño al frente del Ministerio. Él dijo que espera que así sea, y, si no, "que Dios y el presidente del Gobierno me lo demanden".