Así lo indica un informe presentado hoy en rueda de prensa por miembros de la ONG Ecologistas en Acción, quienes indicaron que el tráfico de vehículo es el principal causante del problema.

Los ecologistas criticaron las medidas aplicadas por las autoridades regionales, especialmente con el denominado Plan Azul, que se ejecuta desde 2006 y finaliza este año, el cual juzgaron “fracasado”, porque se ha dedicado a aplicar “medidas cosméticas e intrascendentes”.

Reprocharon la construcción de infraestructuras que incentiven el uso de los vehículos en vez de disminuirlo, como la autopista radial R1 o el proyecto "Eurovegas".

Asimismo, recomendaron establecer un límite de velocidad a 80 kilómetros por hora en el área metropolitana, construir carriles para autobús en todas las autovías de acceso a la capital, incorporar tranvías y elaborar un Plan de Movilidad Sostenible que otorgue rigor a las medidas.

Pese a las sugerencias, señalaron que a raíz de los incumplimientos de los niveles de dióxido de nitrógeno durante 2010, ya se ha abierto un proceso de sanción contra España y pronosticaron un posible aumento de las sanciones al país.

NIVELES

Los datos de los contaminantes proceden de un red de medición distribuida en 26 estaciones que abarca seis zonas de la Comunidad de Madrid. Conforme a los registros, los mayores problemas son causados por tres contaminantes que, son las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico.

El valor límite legal diario de las partículas en suspensión se rebasó en nueve de las 23 estaciones durante 2011, mientras que en 2010 se rebasó en tres; el dióxido de nitrógeno sobrepasó la medida en tres, una unidad más que en 2010, en tanto que el nivel del ozono troposférico fue superado en nueve estaciones, una más que en 2010. Este último elemento afecta a las zonas periféricas de la comunidad, nornalmente donde las personas se ejercitan y acuden a respirar aire puro.

“En definitiva, 17 de las 23 estaciones superaron uno o más de los valores límite establecidos por la Unión Europea y la OMS”, concluye el estudio.