El portavoz del PP en la Cámara Baja, Alfonso Alonso, afirmó en una entrevista a Servimedia que "no hay nada personal" para oponerse a que los diputados de ERC o Amaiur integren la Comisión de Secretos Oficiales, pero sí "una cuestión política" que lleva a su partido a rechazar la propuesta formulada por el Grupo Mixto.

Alonso declaró que "no parece razonable" que ERC o Amaiur tengan un representante en la Comisión de Secretos Oficiales, por lo que el PP está dispuesto a utilizar su gran peso en número de escaños para impedir que Joan Tardá salga elegido en la votación prevista para el próximo 15 de marzo.

Ese día el Grupo Mixto intentará, por segunda vez, sacar adelante su propuesta para tener un representante en la comisión de Secretos Oficiales después de que el PP vetara el pasado 23 de febrero al diputado de Esquerra Alfred Bosch. Tras aquel rechazo, el grupo acordó presentar como nueva opción a Joan Tardá, también de ERC.

Para el Grupo Popular de Alfonso Alonso, ERC y Amaiur conforman una alianza en el Congreso de los Diputados que su partido no está dispuesto a admitir ni en la Comisión de Secretos Oficiales ni como "agrupación" dentro del Grupo Mixto, por lo que también se opondrá a que tengan un tratamiento especial.

Alonso recalcó que el PP tiene capacidad con sus 185 diputados para "decidir" qué diputados entran en la Comisión de Secretos Oficiales y cuáles no, por lo que se siente obligado a actuar "de manera responsable".

NINGUNO DE ERC O AMAIUR

El rechazo del PP a Joan Tardá obligará a que el Grupo Mixto plantee una nueva propuesta para tener un representante en la Comisión de Secretos Oficiales. Los populares no ocultan que prefieren a cualquier otro diputado del Grupo Mixto, con tal de que no sea de ERC o Amaiur.

Los populares no ocultaron durante la pasada semana su deseo de que fuera el representante de UPN, Carlos Salvador, el que representara a los minoritarios en la comisión reservada, e incluso estaban dispuestos a transigir con la presencia de Coalición Canaria o el BNG.

En ningún caso quieren ver a alguien como Bosch o Tardá, a los que consideran al servicio de Amaiur, en reuniones reservadas en las que se abordan asuntos sensibles para la seguridad nacional.

Por su parte, el Grupo Mixto considera "prepotente" esta injerencia en su organización interna y rechazan un comportamiento "incalificable" desde el punto de vista puramente democrático por cuestionar la idoneidad de cualquiera que haya sido elegido democráticamente como diputado.

La nueva votación tendrá que concitar el respaldo de tres quintos de la Cámara, es decir, 210 diputados, que no obtuvo Bosch y para los que es imprescindible el voto del PP y del PSOE.

El PSOE respaldó a Bosch desoyendo las peticiones que le había hecho el PP, porque consideraba que su comportamiento no traspasa la "línea roja" y porque tradicionalmente nunca ha vetado las propuestas venidas de los grupos, pero para salir elegido Tardá necesita el respaldo del PP.

Si se mantiene el veto del PP, el riesgo de que el Grupo Mixto se quede sin representación en la Comisión de Secretos Oficiales es una realidad.

Las reuniones de la Comisión de Secretos Oficiales se celebran a puerta cerrada y tienen carácter reservado. En ella comparecen los ministros de Interior, Defensa y Exteriores y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para informar a los grupos de cuestiones reservadas relacionadas con la seguridad nacional.

Tradicionalmente se ha informado en ella de los detalles de la lucha antiterrorista nacional e internacional, de las actividades de los servicios de inteligencia y de asuntos con implicaciones internacionales, como por ejemplo los vuelos ilegales de la CIA.

Los portavoces elegidos hasta ahora son los máximos responsables de cada grupo. Se trata de Alfonso Alonso (PP), Soraya Rodríguez (PSOE), Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), Cayo Lara (IU), Rosa Díez (UPyD) y Josu Erkoreka (PNV).