Las fuentes consultadas explicaron que el robo se produjo cerca de la ciudad de Grenoble, situada en el sureste de Francia y que es la capital del departamento de Isère.

Las fuerzas policiales galas están investigando ahora si el asalto ha sido obra de miembros de la banda terrorista ETA o si lo responsables tienen conexión con la delincuencia organizada.

La posibilidad de que la sustracción de los explosivos sea obra de etarras se baraja en un momento en el que el Gobierno y las fuerzas políticas están pidiendo la disolución de la banda criminal, después de que los terroristas anunciaran en octubre pasado el fin de los atentados.

A pesar de este anuncio, los medios informativos han dado a conocer en los últimos meses que la banda etarra sigue robando coches en Francia, con lo que podría pretender mantener activa su capacidad operativa.

En este sentido, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo a finales de enero que ETA está tratando de reconstruir su "aparato logístico" de forma "latente", como lo demuestra, a su juicio, el material para fabricar artefactos explosivos que fue intervenido a etarras detenidos a comienzos de este año en Francia.

Preguntado sobre si el anuncio de ETA de un cese definitivo de la violencia es fiable, Fernández Díaz dijo que no se fía "nada" de la banda, puesto que anunció el cese de los atentados por su "debilidad operativa" y no por motivos morales.