Grande-Marlasca realizó estas afirmaciones durante la sesión de control al Gobierno, tras la pregunta del diputado de Bildu Jon Iñarritu sobre las medidas que pensaba adoptar a fin de evitar “más tragedias en el Bidasoa”, donde siete personas ya han muerto en su intento de llegar al país vecino.

Según explicó el ministro, la Guardia Civil ha puesto en marcha “un dispositivo especial” y a reforzado el patrullaje a lo largo de esta zona de frontera, además de intensificar la colaboración con las fuerzas de seguridad francesas. Gracias a esta colaboración, “hemos conseguido que el número de pasos cerrados bajase de 16 a 10”, afirmó.

Con todo, insistió en que el Gobierno no comparte la postura de cierre de fronteras de Francia, que el país vecino ha utilizado en determinadas ocasiones desde 2015.

“La posición de España, y de los países del Mediterráneo, es defender las fronteras exteriores (de la UE) y apostar por la libre circulación” en el interior, recalcó. El ministro señaló, no obstante, que el Tratado de Schengen permite a Francia tales medidas, con lo que “hay que seguir trabajando en varias direcciones para abordar un fenómeno poliédrico como es la inmigración”.

Por su parte, Iñarritu aseguró estar “preocupado por el hecho de que el ministro lo fíe todo a medidas policiales", que “no están solucionando el problema”. “Si usted va a la frontera (entre Guipúzcoa y Francia) verá devoluciones en caliente y también controles en función del perfil étnico, por parte de la policía francesa pero también de la española”, advirtió.