El mando policial se ha acogido a la Ley de Secretos Oficiales para no identificar a su informador y aseguró que conoció la entrada de Gali en España por vías no oficiales. Pereiro transmitió esta información a su superior, el director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, José Ángel González Jiménez.

El comisario declaraba este lunes como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, que investiga irregularidades en la entrada de Gali en España. Su declaración fue reclamada por la acusación particular ejercida por el letrado Antonio Urdiales.

Los datos sobre la llegada del líder del Polisario a España para ser tratado de coronavirus ya eran conocidos días antes por la entonces ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya y también por su jefe de gabinete, que han reconocido este extremo en su declaración como investigados en esta causa.

Con el conocimiento del DAO, organizó un dispositivo para el seguimiento de la ambulancia que trasladó a Gali al Hospital San Pedro de Logroño el pasado 18 de abril. La vigilancia se mantuvo días después del ingreso del líder del Frente Polisario. No obstante, sólo pudo confirmar la identidad de la persona ingresada tras la publicación por la prensa de que trataba de Gali. Sus acompañantes no pudieron ser identificados.

Ese mismo dispositivo de seguimiento actuó el día 2 de junio, cuando Gali abandonó España con destino a Argelia. A la vista de esta declaración, las acusaciones pedirán que el juez cite al DAO para confirmar los datos ofrecidos por el comisario.

La declaración del testigo se prolongó por espacio de más de dos horas durante las cuales el juez Lasala trató de averiguar por qué la Policía no exigió a Gali una copia del pasaporte falso que utilizó a su entrada en España. La declaración se ha prolongado durante más de dos horas.