Fuentes jurídicas explicaron a Servimedia que Urdangarin, en su declaración como imputado, ha señalado que “rompió” con el Instituto Nóos en marzo de 2006 y que no volvió a mantener relaciones con el organismo más allá de esa fecha.

En el sumario constan varios correos electrónicos enviados por el Duque de Palma a personas del Instituto Nóos, como el contable Marco Tejeiro, posteriores al año 2006.

Esta es una de las claves de la declaración como imputado que está prestando Urdangarin desde hace ya dos hora y media por la presunta captación y desvío de fondos públicos a través del Instituto Nóos. El instructor ha realizado un pequeño receso de 20 minutos pasadas las 11.30 horas.

El imputado está explicando la creación del entramado societario que, según la Fiscalía y el propio juez Castro, servía presuntamente para generar una trama de facturas falsas con la que el Instituto Nóos enmascaraba el sobreprecio de los servicios que cobraba a las administraciones públicas. Estas sociedades también habrían servido para evadir dinero al extranjero.

ENTRAMADO SOCIETARIO

Urdangarin está dando detalles relativos a aspectos como la fecha de creación de cada uno de las sociedades o como el nombre de los administradores de las mismas.

Las fuentes consultadas señalaron que el juez Castro está sometiendo a Urgandarin a un “minucioso” interrogatorio y que el yerno del Rey está contestando “con detalle”. Por el momento solo el magistrado está realizando las preguntas. El marido de la infanta Cristina se tendrá que someter posteriormente a las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción y de las demás partes personadas.

La declaración se produce en el marco de la causa que investiga los más de cuatro millones de euros que recibió el Instituto Nóos, la asociación sin ánimo de lucro de Urdangarin y su socio, Diego Torres, por contratos que habrían sido adjudicados “a dedo” por los gobiernos balear y valenciano entre 2004 y 2007. Parte de ese dinero, a través de una red de facturas falsas y un entramado de sociedades para la evasión fiscal, habría acabado en manos del marido de la Infanta Cristina y su socio.