Los dos arrestados entregaban al que fuera “número uno” de ETA, Francisco Javier López Peña, alias “Thierry”, revistas y boletines oficiales de Guipúzcoa, en base a los cuales el jefe etarra seleccionaba los objetivos, según informaron fuentes de la Audiencia Nacional.

Otaño e Iguerategui también se encargaban de distribuir las cartas de extorsión de ETA. El juez Velasco les ha imputado un delito de integración en organización terrorista y no de colaboración porque las tareas desarrolladas para ETA se habrían prolongado durante varios años y no solo con “Thierry” al frente de la banda.

Los dos presuntos etarras fueron trasladados esta tarde, sobre las 17.00 horas, a la sede de los juzgados. El único en declarar ha sido Iguerategui, mientras que Otaño se negó a contestar a las preguntas que se le formularon.

El Ministerio del Interior explicó que Otaño e Iguerategui fueron arrestados “tras el análisis de la documentación intervenida a ETA, recientemente enviada por las autoridades judiciales francesas”.

Esta documentación, junto a las investigaciones que se venían desarrollando, “han desembocado en la identificación plena de una presunta célula de apoyo a las estructuras directivas de ETA”.